Con la salida de Elena Highton de Nolasco, cómo es el proceso para designar su reemplazo en la Corte

La renuncia de Elena Highton de Nolasco a su cargo como jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación abrió la puerta a un nuevo debate: quién será su reemplazo y cómo es el proceso para su designación.

De acuerdo con el artículo 99 de la Constitución Nacional, que menciona las “atribuciones” del “presidente de la Nación”, en su inciso 4 detalla: “Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto”. Es decir, Alberto Fernández deberá proponer al juez o jueza, casi en un 99 % será una mujer ya que la salida de la ministra deja al tribunal con cuatro varones, que ocupe el lugar que liberó Elena Highton de Nolasco.

A su vez, el Decreto 222/03 firmado por el entonces presidente Néstor Kirchner establece ciertos criterios para la selección del candidato o candidata. Por eso, para el reemplazo de Elena Highton de Nolasco se debe tener en cuenta la diversidad de género, de especialidades profesionales y académicas y de integración regional y federal, además de la integridad moral e idoneidad técnica.

Asimismo, para integrar la Corte Suprema de Justicia se debe ser abogado o abogada, con un mínimo de ocho años de ejercicio en la profesión y más de 30 años y las mismas características establecidas en el artículo 111 de la Constitución Nacional sobre los senadores y senadoras. En su artículo 55 establece: “Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.

La decisión de Alberto Fernández

Una vez que el presidente tenga su candidato o candidata, deberá ser publicado su nombre y los antecedentes en un plazo de 30 días de producida en el Boletín Oficial y en dos diarios de circulación nacional, además de en la página oficial del Ministerio de Justicia.

Por el lado de la persona que integraría la Corte, tendrá que presentar una declaración jurada de sus bienes en los términos indicados en la ley de Ética de la Función Pública 25.188.

Una vez realizado todo este proceso, el Senado de la nación deberá aprobar su designación con dos tercios de la Cámara, lo que implica que cuente con el apoyo de 47 de los 72 senadores y senadoras que son necesarios para aprobar los pliegos.

Finalmente, vale recordar cuáles fueron las últimas dos designaciones escandalosas de la Corte: su actual presidente y vicepresidente, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Ambos fuero nombrados por decreto por el expresidente de la Nación, Mauricio Macri, eludiendo lo expresado en la Constitución Nacional y a solo cinco días de asumir, por lo que se ganó el rechazo generalizado de la sociedad. Sin embargo, a mitad de 2016, los dos juristas superaron el proceso establecido y fueron aprobados por el Senado.