Argentina recibirá alrededor de 8.000 millones de dólares para producir hidrógeno verde

En el marco de la cumbre de la Confederación de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que tiene lugar en la ciudad escocesa de Glasgow, el presidente Alberto Fernández se reunió con autoridades de la firma australiana Fortescue y se alcanzó un acuerdo histórico: el país recibirá una inversión cercana a 8.000 millones de dólares para producir hidrógeno verde en Río Negro.

"El hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición energética”, confirmó el mandatario luego del encuentro. Una de las piezas claves para llegar a este acuerdo fue Agustín Pichot, exjugador argentino de rugby y también presidente para la Región Latinoamericana de la empresa en cuestión.

"Este proyecto de hidrógeno verde es muy importante y va en línea con todos los debates que se vienen dando. Es un proyecto con perfil exportador", explicó el canciller Santiago Cafiero. En ese sentido, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, expresó que "por la envergadura, por los números y lo transformador, es la inversión internacional más importante anunciada en Argentina en este siglo 21".

Con respecto a los beneficios que le traerá la iniciativa al país, las autoridades aseguraron que permitirá la creación de más de 15.000 puestos de trabajo y entre 40.000 y 50.000 indirectos. A su vez, se espera que para 2030 la provincia de Río Negro se convierta en un polo mundial exportador de este elemento. Asimismo, se maneja que alcance una capacidad de producción de 2.2 millones de toneladas anuales.

Qué es y para qué sirve este combustible

En líneas generales, el hidrógeno verde es "la energía del futuro" por ser fundamental para descarbonizar la estructura productiva. Además de tener un potencial muy poderoso, es una fuente de energía limpia que solo libera agua en forma de vapor, no produce dióxido de carbono y proviene de orígenes renovables.

Entre otras características, se destaca su versatilidad: puede transformarse en electricidad o combustibles sintéticos para luego utilizarse con fines comerciales, industriales, de movilidad e incluso domésticos. Por otra parte, permitirá utilizar y también transportar energía renovable que en otras circunstancias solo podría emplearse en zonas cercanas a la generación.