SOCIEDAD
Por unas fiestas sin pirotecnia: eliminarán la producción de fuegos artificiales de alto impacto
La industria argentina se comprometió a fabricar fuegos artificiales que no afecten a las personas y mascotas con hipersensibilidad auditiva.
El gremio de trabajadores y empresarios de la industria pirotécnica argentina acordó eliminar de forma definitiva la producción y comercialización de fuegos artificiales de alto alcance en el país de cara a las fiestas decembrina, debido al gran daño que estos generan en las personas con hipersensibilidad auditiva.
En un comunicado, el Sindicato Único de Empleados la Industria de la Pirotecnia y Afines (Sueipa) reconoció que “el uso indiscriminado de los fuegos artificiales afecta enormemente a las personas personas y mascotas con hipersensibilidad auditiva”, por lo que dejarán de fabricar petardos y bombas de suelo.
“Eliminaremos aquellos fuegos artificiales que provocan daños a las personas y animales con hipersensibilidad auditiva, porque queremos formar parte del cambio en la sociedad. Aunque estamos conscientes que esta medida debió tomarse hace diez años atrás”, reconoció Guillermo Cantatore, secretario de la Sueipa.
De igual forma, aclararon que, de ahora en más, solo se fabricarán proyectiles de bajo impacto, que son menos ruidosos y no generan afectaciones grandes en las personas con autismo y las mascotas. Una iniciativa con la que quieren demostrar la “evolución de esta actividad económica”.
“Fueron los mismos chicos los que cambiaron de gustos. Ahora nadie disfruta de los fuegos artificiales del suelo, porque son muy ruidosos, peligrosos y causan daños en el medio ambiente”, afirmó el portavoz de la Sueipa en la misiva.
Qué daños producen los fuegos artificiales
Según estudios científicos, el ruido generado por la pirotecnia pueden provocar episodios de estrés, convulsiones, pérdida del conocimiento y autolesiones en las personas con hipersensibilidad auditiva, que generalmente son personas diagnosticadas con algún trastorno del espectro autista.
En el caso de los animales, el ruido pirotécnico provoca temblores, taquicardia, miedo extremo, paralización o euforia excesiva, intentos escapistas o deseos por esconderse. Mientras que para el medio ambiente el daño es aún mayor, porque las partículas de pólvora y humo se quedan sostenidas en la atmósfera e incrementan la contaminación.
