Sergio Berni respaldó el Decreto 70 lanzado por Mauricio Macri y derogado por Alberto Fernández

El Gobierno nacional anunció ayer la derogación del Decreto 70/2017, lanzado por el expresidente Mauricio Macri para impedir el ingreso de extranjeros con antecedentes penales con penas de prisión y la agilización de los trámites de expulsión. La gestión de Alberto Fernández entendió que la normativa no respetaba garantías jurídicas en los procedimientos y resultaba “irreconciliable” con la Constitución Nacional. Inmediatamente la derogación causó críticas en la oposición, pero también en uno de los dirigentes más importantes del oficialismo: Sergio Berni.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires expresó su rechazo a la decisión del presidente Fernández de eliminar el DNU creado por Macri. Berni publicó una extensa columna de opinión en Infobae, donde repasó el historial argentino en política migratoria y trazó algunas diferencias entre lo que entiende por “derechos básicos” y “discriminación”.

“Hay un esfuerzo por forzar el sentido de las cosas y acusar de discriminatoria a cualquier regla de conducta colectiva. Por eso, quiero decir que no todo es lo mismo”, comenzó el ministro bonaerense. A partir de lo que entiende, como “una vasta jurisprudencia que garantizan un goce amplio de derechos, libertades y garantías a todos los habitantes de la Nación sin distinción de nacionalidad”, es que cuestionó la crítica al Decreto 70 por “discriminación”.

“Aquí no se trata de estigmatizar al extranjero. Se trata de exigir algo mínimo, algo básico: que las personas que quieran asentarse en nuestro país no hayan delinquido. Ni más ni menos. No importa el origen de la nacionalidad, ni la religión, ideología, condición económica, género, opiniones o filosofía de vida: tan sólo que quienes quieran vivir entre nosotros carezcan de antecedentes penales”, explicó el exministro de Seguridad de la Nación.

Estamos hablando de un requisito exiguo, elemental, referido a qué clase de personas queremos que formen parte de nuestra comunidad, de nuestra vida cotidiana, de nuestro quehacer diario.

Por último, Berni deslizó que este tipo de medidas impulsadas por el Gobierno nacional “deslegitiman la capacidad del Estado para hacer las cosas que verdaderamente sí tiene que hacer” y subrayó que ni siquiera existía un reclamo popular sobre la normativa que haya motivado su derogación.

“Perdemos demasiado tiempo en los pretendidos derechos de última generación, en desmedro de los derechos más básicos y elementales: vida, seguridad, trabajo, salario y propiedad”, completó el ministro. Y agregó: “Resulta confuso a quién queremos representar con estas medidas y a qué sujeto queremos interpelar”.