Argentina, uno de los países de América Latina con mayor aumento de la pobreza

La pandemia de coronavirus afectó gravemente a la región de América Latina y el Caribe. El año pasado, más de 20 millones de personas cayeron bajo la línea de pobreza, de las cuales 8 millones se encontraron bajo la pobreza extrema, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De tal manera, el total de personas en situación de pobreza aumentó a 209 millones, con 78 millones en situación de indigencia. Si bien las cifras empeoraron en toda la región, los datos de Argentina no dejan de ser preocupantes.

El día de ayer, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló que el año pasado el 42% de la población se encontró en situación de pobreza, es decir, 6.5% más que en 2019. Además, el nivel de indigencia en Argentina fue del 10.5%, esto es, un 2.3% más que el año anterior.

Si bien las mediciones se realizan con distintas metodologías, los datos arrojados por el INDEC señalan que el país se encuentra entre las naciones que más elevaron su nivel de pobreza. En primer lugar, se encontraría Ecuador con un aumento del 25% al 32.4%; luego le seguiría México, con un incremento desde el 49% al 56%, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, finalmente, Perú tuvo un salto desde el 21.7% hasta 27.5%, según un estudio realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Inflación

Además de la fuerte pérdida de empleos por la pandemia, la inflación es otro de los factores que lleva a que cientos de familias caigan bajo la línea de pobreza. Al aumentar los precios y al mantenerse constantes los salarios, el poder adquisitivo decrece, lo que genera que muchos argentinos dejen de consumir los bienes imprescindibles.

De acuerdo con el último informe del INDEC, la inflación del primer mes del año en Argentina fue del 4% y la del segundo mes, del 3.6%. Si bien el organismo público aún no ha publicado los datos del mes de marzo, las consultoras privadas ya estiman una inflación cercana al 4%, con un fuerte incremento en los alimentos y bebidas.