GOBIERNO PORTEÑO
El Gobierno porteño planea convertir el centro en una zona residencial
Debido a la pandemia, el microcentro quedó vacío y muchos locales tuvieron que cerrar.El Gobierno porteño evalúa convertir el centro en una zona residencial. La propuesta surge como una necesidad de repoblar una zona que, sin oficinistas, turistas ni actividades culturales, quedó deshabitada, causando que muchos comercios tuvieran que cerrar sus puertas definitivamente.
De acuerdo con los datos recolectados por el Gobierno porteño, las zonas que comprenden el macro y microcentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) tuvieron la mayor disminución de circulación. Por ejemplo, el barrio de San Nicolás redujo la circulación en un 63% respecto a la época prepandemia, Monserrat lo hizo en un 70% y Retiro en un 80%.
De momento, el 63% de la zona comprendida por las avenidas Corrientes y Alem, la peatonal Florida, los alrededores de la Plaza de Mayo y la zona de Tribunales, corresponde a oficinas. Es decir que hay más de 600 parcelas de oficinas por cada kilómetro cuadrado (lo que equivale a 10 parcelas de oficinas por cada manzana del microcentro). En cambio, el espacio ocupado por viviendas es del 20%, con menos de 200 parcelas de viviendas por cada kilómetro cuadrado (3 parcelas de viviendas por cada manzana).
En ese sentido, la Administración porteña busca generar una “residencialización de la zona”. El secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad, Álvaro García Resta, explicó que “el microcentro tiene un desafío adicional” porque “un edificio residencial se puede transformar en oficinas, pero un edificio que nació para oficinas es más difícil de convertirlo en viviendas”.
La secretaría está analizando, junto con el Ministerio de Espacio Público y el ministerio de Hacienda, una reforma de la Ley de Plusvalía Urbana (N.º 6062), que permitió al Gobierno porteño otorgar más “edificabilidad” (porcentaje de la superficie total que puede ser edificado) y cobrar un impuesto en contrapartida. El objetivo es que una parte de los fondos puedan ser destinados como ayudas económicas a personas e inmobiliarias que quieran ofertar, comprar o alquilar viviendas en la zona.
El secretario de Desarrollo Urbano destacó que “el centro porteño es el lugar más interconectado con la Ciudad, con el subte y el Metrobus. Es un lugar muy interesante, en cuanto a cultura y servicios. Es una zona donde tenés todo a 15 minutos”. En ese sentido, consideró que “quizás no es ideal para una familia numerosa, pero la tipología de los edificios de oficinas pueden adaptarse a departamentos para una o dos personas”.
La historia del centro porteño
El centro porteño se constituyó en un principio como una zona comercial que al poco tiempo se convirtió en “la city porteña”, matriz de las entidades bancarias más importantes. Ya en 1794, se fundó el Real Consulado en Buenos Aires, una de las instituciones coloniales más importantes de esa época, que cumplía funciones de tribunal comercial, arbitrando en pleitos y denuncias presentadas por los comerciantes y controlando la Aduana.
Este flujo mercantil trajo aparejado un gran tráfico de inmigrantes británicos, que se fueron asentando en el barrio con sus residencias y casas de comercio. En 1801, la calle Florida se transformaría en la primera empedrada de la Ciudad, y con el paso de los años, se fue transformando paulatinamente en una calle residencial aristocrática, luego en una arteria comercial privilegiada, y finalmente en 1969 en una de las dos arterias peatonales del centro porteño.
La zona se convierte en sede de instituciones financieras recién en el año 1822, cuando se instaló el primer banco argentino: el Banco Provincia de Buenos Aires. En 1854, se fundó la Bolsa de Comercio, en lo que ahora son las calles Presidente Perón y San Martín, dando inicio a un largo periodo en el que se instalaron numerosas entidades.
A mediados del siglo XIX, con el establecimiento de entidades privadas como el Banco de Londres, el Banco de Mauá y el Banco Carabassa, se consolidó el barrio como el área financiera de Buenos Aires, lo que derivó en una gran concentración de oficinas administrativas, instituciones públicas, empresas, consultoras y demás entidades que buscaron simplificar las distancias y agilizar el trabajo.