Presencialidad administrada: el método que evalúa Alberto Fernández para la vuelta a clases

El presidente Alberto Fernández se reunió esta mañana con el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, para evaluar las distintas formas en la que podría darse un retorno a la presencialidad en las escuelas cuando caduquen las restricciones del último Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). En principio sería a partir del 3 de mayo, pero la situación se ajusta al avance de la situación epidemiológica.

La variante que maneja el presidente Fernández es lograr una presencialidad reducida o administrada, que les permita a los chicos y chicas volver a las aulas, pero que a la vez no aumente de forma significativa la circulación ciudadana. El transporte o las entradas y salidas son puntos a trabajar.

El Gobierno nacional emitió un comunicado para informar que el mandatario y el ministro “evaluaron la presencialidad satisfactoriamente en todo el país” y debatieron las posibles medidas a tomar para encaminar el retorno a las aulas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Entre las opciones que administra Trotta se destaca la disminución de días de asistencia en la semana o cierres parciales según un orden de prioridad trazado bajo ciertos parámetros educacionales.

En el interior del país, la idea del presidente Fernández es que la reducción de la frecuencia de las clases presenciales o las eventuales suspensiones sean responsabilidad de unidades geográficas más pequeñas. Es decir, las decisiones sobre la educación ya no serían a nivel provincial, sino municipal.

Clases en la Ciudad de Buenos Aires

Mientras el Gobierno intenta trazar el plan para retomar la presencialidad en las aulas a partir de mayo en el AMBA, en la Ciudad de Buenos Aires no se ha interrumpido el ciclo lectivo. El Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta decidió no acatar la disposición judicial de la Justicia Federal en lo Contencioso y Administrativo, y esperará el fallo de la Corte Suprema.

Esta mañana, más del 90% de las escuelas de la Capital Federal abrieron sus puertas. Sin embargo, la incertidumbre y los conflictos que la cuestión suscita en la clase política se trasladan a los docentes, padres, madres y trabajadores de transportes escolares, que aún no tienen un panorama claro para los próximos 10 días.