Alberto Fernández recordó al padre Mugica a 47 años de su fallecimiento: "Su ejemplo nos guía"

Este martes se conmemoró un nuevo aniversario del fallecimiento del padre Mugica, el cura villero que perdió la vida en 1974 tras recibir varios disparos cuando terminaba de dar una misa en una iglesia del barrio porteño de Villa Luro. El presidente Alberto Fernández lo recordó con un emotivo mensaje.

El mandatario expresó que quienes le quitaron la vida al sacerdote “no le perdonaron el compromiso solidario que asumió con los más necesitados, quienes no tenían voz en aquella sociedad”, y destacó los valores que lo hicieron una figura importante.

“Su ejemplo nos guía. Sus convicciones reafirman las nuestras. Un país más justo es aún una deuda por saldar”, resaltó el presidente sobre el padre Mugica, junto a una foto suya.

Quién era el padre Mugica

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930 en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre, Adolfo Mugica, fue fundador del Partido Demócrata Nacional y cumplió funciones como ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno del expresidente Arturo Frondizi.

Hizo sus estudios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y luego decidió ingresar al Seminario Metropolitano de Buenos Aires. En 1959, a los 29 años, fue ordenado como sacerdote y comenzó su labor. Poco a poco, se fue interesando en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, ocupando un rol social y político en los barrios populares.

Defensor del peronismo y del “Che” Guevara -a quién llegó a conocer en persona-, el padre Mugica fue conocido como el mártir de los pobres, ya que tuvo una gran labor en la Villa 31 de Retiro, en donde fundó la parroquia Cristo Obrero. Es en dicha capilla donde hoy yacen sus restos.

Un crimen que conmocionó a todos

El 11 de mayo de 1974, el padre Mugica se encontraba brindando una misa en Villa Luro. Tras finalizar la ceremonia, un hombre que se bajó de un Chevy color verde le disparó con una ametralladora. Producto de las heridas, falleció en el Hospital Salaberry.

Este hecho fue rápidamente relacionado con su labor como cura villero en los barrios más necesitados, ya que había sufrido amenazas previamente e incluso algunos ataques. Tras varias décadas, entre 2012 y 2016, la Justicia estableció que los autores del crimen pertenecían a la agrupación Triple A.