Un informe de FLACSO revela una fuerte crisis laboral de los jóvenes en pandemia

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) publicó un informe, en el que da cuenta de la difícil situación que atraviesan los jóvenes argentinos, a la hora de insertarse en el mercado laboral en el marco de la pandemia de coronavirus.

Bajo el título “La situación educativo-laboral de las juventudes: América Latina y Argentina”, el organismo educativo internacional observa que “la pandemia provocada por el virus trajo aparejada una crisis de gran envergadura” cuya “contracción de la actividad productiva derivada de las medidas de aislamiento –necesarias para la preservación de la vida— fue el corolario de una recesión económica con consecuencias sociales de largo alcance”. En este contexto, la institución señala que “las y los jóvenes comenzaron a enfrentar serias dificultades en materia laboral y educativa, al tiempo que situaciones de aislamiento dificultaron su sociabilidad, con consecuencias en su salud física y emocional”.

En concreto, FLACSO advierte que hubo una gran reducción de las tasas de actividad, es decir se incrementó el “efecto desaliento” a la hora de buscar empleo. Además, hubo un aumento de la desocupación de los jóvenes en todas sus franjas etarias (entre 15 a 29 años) sumado a un alza del empleo precario. Según el informe, estos factores agravan las condiciones de vida de los jóvenes, que vienen siendo golpeados por la recesión económica de toda la región desde 2015.

Además, el reporte elaborado por los investigadores en ciencias sociales Ana Miranda, Miguel Alfredo y Julio Zelarrayán, advierte que “los efectos de la pandemia en términos sociales y económicos marcan una agudización de las tendencias diferenciadas entre los diversos tramos etarios y géneros, reproduciendo así estereotipos de género y consolidando la estratificación social”.

Jóvenes de 15 a 18 años

En base a los datos del tercer trimestre de 2020 de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), FLACSO indica que para las personas de entre 15 y 18 años de edad, “el cierre de las escuelas generó una pérdida de sociabilidad, con un impacto fuerte en la construcción de su autonomía”.

Para esta franja etaria, la asistencia educativa se mantuvo relativamente constante: 86.4% en 2019 y 88.6% en 2020. Sin embargo, la tasa de actividad cayó entre 2019 y 2020 del 11.5% al 9.3%, mientras que la desocupación aumentó 8 puntos porcentuales y la precariedad, 6 puntos.

La brecha de género ya empieza a notarse entre las mujeres de esa edad. Para ellas el desempleo fue sensiblemente mayor y las condiciones de precariedad subieron del 88% al 100%. También se registró un fuerte incremento (del 21.6% en 2019 al 47.6% en 2020) en la categoría “cuentapropista no profesional”, que abarca todos aquellos trabajos asociados al auto empleo.

Jóvenes de 19 a 24 años

Según Miranda, para esta franja etaria “los principales problemas están asociados a la desocupación y la inactividad entre las mujeres”, en cambio “la continuidad educativa a través de medios virtuales fue una actividad sostenida entre quienes contaron con los medios para poder realizarlo”.

En concreto, la tasa de actividad pasó del 56.8% en el tercer trimestre de 2019 al 47.4% en 2020. Además, la desocupación general, que era del 11.7%, alcanzó el 27.6% a fines del año pasado, con una caída del empleo de 10 puntos porcentuales.

Para las mujeres la situación fue más complicada. FLACSO advierte una caída de la tasa de actividad del 46.7% al 39.9%, con una desocupación que subió del 26.7% al 31.8%. Esto quiere decir que el desempleo casi se triplicó entre las mujeres.

Jóvenes de 25 a 29 años

El impacto de la pandemia fue menor para las personas de entre 25 a 29 años, ya que en esta etapa de la vida hay una mayor consolidación laboral que le permite a los jóvenes conseguir mejores oportunidades laborales o sostener a lo largo del tiempo su actual empleo.

De acuerdo con el informe de la organización internacional, la tasa de actividad pasó del 77.8% en el tercer trimestre de 2019 al 68.8% en el mismo periodo de 2020. A su vez, el empleo descendió de 67.5% a 59.4%, la desocupación casi se mantuvo estable (del 13.2% al 13.6%), y la precariedad disminuyó casi 2 puntos porcentuales.

En el caso de las mujeres, el nivel de actividad cayó alrededor de 9%, con una reducción del 5% en el sector formal, y un aumento del 8.5% en el cuentapropismo. En tanto, para los hombres el empleo formal bajó 7.5%, y el cuentapropismo creció 7.7%.