OBELISCO
A 85 años de la construcción del Obelisco: cuál es su historia
Con 67.5 metros de altura y 206 escalones, el monumento es un ícono porteño.La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) estaba a punto de cumplir los 400 años de su primera fundación, y las autoridades porteñas pensaban qué podían hacer para conmemorarlo. Entre las ideas, rondaba la posibilidad de construir una estatua de Hipólito Yrigoyen o un monumento en homenaje a Carlos Gardel. Sin embargo, al intendente porteño de ese entonces, Mariano de Vedia, y Mitre, no los convencía ninguna de estas ideas. Por suerte, a su secretario de Hacienda y Administración, Atilio Dell’Oro Maini, se le ocurrió una gran idea: construir un Obelisco.
La tarea de construir el monumento se le encomendó al arquitecto tucumano Alberto Prebisch, quien anteriormente había construido el edificio de viviendas de renta de Victoria Ocampo y posteriormente el Teatro Gran Rex y el Cine Atlas.
En solo 60 días y con 157 operarios, Prebisch logró izar sobre el cruce entre las avenidas Corrientes y 9 de Julio, y en donde fue izada por primera vez la bandera nacional, el emblemático Obelisco.

Sin embargo, la construcción del monumento de 67.5 metros de altura no fue tan fácil. El Decreto firmado el 3 de febrero de 1936 por Vedia y Mitre generó cierto rechazo por parte de algunos porteños que consideraban la obra como “un monumento estrafalario”, que posiblemente guardaba un negocio detrás.
Con todo, la Ciudad de Buenos Aires pudo avanzar con la construcción del Obelisco, cuya inversión fue de 200 mil pesos. La inauguración del monumento de 206 escalones fue el sábado 23 de mayo de 1936. El acto contó con la presencia de quien era presidente por ese entonces: el militar Agustín Pedro Justo.
Incidentes y pedido de demolición
En la noche del 21 de junio de 1938, al día siguiente de haberse realizado en el Obelisco un acto público, algunas partes del revestimiento de piedra se desprendieron del monumento, cayendo sobre las gradas donde el día anterior se agrupaban los abanderados de colegios primarios y secundarios de la Ciudad.

En junio del año siguiente la Legislatura porteña publicó la ordenanza 10.251 que establecía que el Obelisco debía ser demolido al nivel del suelo. No obstante, el intendente Arturo Goyeneche vetó la resolución, ordenó quitar las losas que pudieran desprenderse y el monumento continuó de pie.
A 85 años de su inauguración, el prejuicio de que el Obelisco “no es estético” voló por los aires. Hoy, la construcción es icono de Capital Federal, de las protestas en reclamo por los derechos sociales, sede de movimientos e intervenciones artísticas. En fin, es el símbolo de la historia de una gran ciudad y de todos los argentinos que han pasado por ella.