SINIESTROS VIALES

El 78% de los fallecidos en siniestros viales son varones

El 42% son jóvenes de entre 15 y 34 años. La competencia es uno de los factores que explican esta conducta.
domingo, 23 de mayo de 2021 · 11:30

“Pero mirá, si tenía que ser mujer”. Quién no ha escuchado alguna vez esa frase por parte de algún conductor varón. Durante mucho tiempo se ha sostenido la idea de que las mujeres manejan mal, sin embargo, las estadísticas sobre siniestros viales demuestran lo contrario.

Este domingo finaliza la sexta edición de la Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, cuyo lema del año es "Calles para la vida". La campaña busca promover que en las vías urbanas de todo el mundo se limite la velocidad permitida a 30 kilómetros por hora con el objetivo de reducir los incidentes viales, y en consonancia con las metas del nuevo Decenio para la Seguridad Vial 2021-2030.

El 53% de los siniestros corresponde a una colisión.

En Argentina, los siniestros viales son moneda corriente. En un año normal (sin pandemia) se estima que más de cinco mil personas fallecen por un accidente de tránsito evitable. No obstante, lo que más preocupa es que esas cifras están relacionadas con varones de muy temprana edad.

Según las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en 2020 el 81% de las victimas fatales fueron varones, en tanto el 17% correspondía a mujeres. Esto quiere decir que el número de varones fallecidos quintuplicó al de mujeres fallecidas. Este año, el 78% de los fallecidos en siniestros viales fueron varones, de los que un 42% eran jóvenes de entre 15 y 34 años.

El 44% de los usuarios iba en moto.

La diferencia no tiene que ver con la idea vox populi de que las mujeres son más precavidas por su instinto maternal, sino que está estrechamente relacionado con la manera en que somos educados. En ese sentido se expresó el director de Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud de Nación, Juan Carlos Escobar: “Esto tiene que ver con un modo de socialización. Las mujeres y los varones somos socializados de manera diferencial, con acceso a recursos en proporciones desiguales, con riegos y trayectorias diferentes”.

Los varones en general somos socializados en el riesgo, entrenados para el afrontamiento temerario y la restricción emocional, con una constante sensación de invulnerabilidad, de indiferencia ante el dolor, de seguir a pesar de todo; lo que tiene su costo y un impacto en la salud”, señaló el integrante del Instituto de Masculinidades y Cambio a El Destape Web.

La región del norte del país presenta las tasas más elevadas.

Otro problema importante es el del alcoholismo. De acuerdo con el estudio realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y Sedronar, en 2018 la mayoría de conductores que manejaron después de haber bebido fueron varones menores de 35 años. En 2017, otro informe reveló que 3 de cada 10 varones de entre 16 y 35 años reconoció haber manejado bajo efectos del alcohol.

 

Las narrativas y la competencia

Por su parte, Enrique Stola, psiquiatra especializado en violencias y masculinidades, señaló que “en la socialización del varón se los estimula en comportamientos temerarios, para que entren en situaciones de riesgo solamente para triunfar y ganarle al otro, lo que va modelando la conducta”. En cambio, a las mujeres se les enseña desde muy pequeñas a inhibir ese tipo de conductas y a ser más cuidadosas. “La sociedad patriarcal tiene muchos modos simbólicos por los que avala estos comportamientos y le hace sentir al varón que se está comportando como se espera que lo haga. La conducta temeraria es uno de esos rasgos estimulados. Cuando eso sucede inmediatamente se culpa al padre o a la madre, que posiblemente tengan algún grado de responsabilidad, pero lo que se evade es el nivel de responsabilidad social que tenemos todos, incluso las instituciones y los medios de comunicación”, apuntó el médico.

El domingo 9 de mayo, en Tigre, cuatro jóvenes que iban a alta velocidad en un Audi A4 chocaron contra una columna metálica. Dos de los chicos fallecieron.

Finalmente, Juan Carlos Volnovich, psicoanalista especialista en Infancia, indicó que “la narrativa clásica insiste en convencer que los hombres son activos, allí donde las mujeres son pasivas; que los hombres son arriesgados, allí donde las mujeres son prudentes; que los hombres son más hombres en la medida que logran despojarse de la femineidad que los amenaza.  Pero ocurre que el logro de esa masculinidad nunca se logra del todo y queda siempre a discreción de otros varones. Son los dueños de la virilidad los que deciden quienes, sí y quienes, no. De modo tal que la comparación entre varones, la competencia y la rivalidad se convierten, así, en una obsesión. Y no es difícil comprender que en una sociedad de libre competencia se juega hasta la propia existencia”.

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