Soledad Acuña presiona para tener clases presenciales, pero desmintió que se apliquen castigos

La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, insistió en las clases presenciales mientras el Gobierno porteño aguarda la resolución de la Corte Suprema de Justicia que determine si tiene facultades para no cumplir con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional. La funcionaria acusó al presidente Alberto Fernández y a su equipo de romper el acuerdo que pactaron en abril.

Según Acuña, hace tres semanas (justo antes de que el Gobierno nacional suspenda las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires), los equipos de Fernández y Horacio Rodríguez Larreta habían acordado que las clases serían la última actividad en restringir. “Sabemos que cerrar ahora es anticipado, porque tenemos el invierno por delante”, agregó, por lo que no se perciben demasiadas expectativas que las clases vuelvan en el corto plazo.

Seguimos creyendo que el derecho a la educación hoy solo se puede garantizar de forma presencial.

El Gobierno porteño aguarda la decisión de la Corte y ya confirmó que cumplirá lo que disponga sin importar el fallo. Sin embargo, la titular de la cartera de Educación de la Ciudad deslizó que la resolución judicial determinará el nivel y cumplimiento de autonomía porteña. “En materia educativa, la política la define el Gobierno de la Ciudad”, presionó Acuña en diálogo con CNN Radio.

Fuente: (CNN Radio)

Consultada ante el problema que representa la movilidad ciudadana en la entrada y salida de los colegios y el riesgo de contagio que eso implica, la ministra porteña aseguró que “hoy las familias están buscando otras maneras de movilizarse”. En ese sentido, remarcó que el uso de las bicicletas naranjas del Gobierno de la Ciudad coincide con el horario de entrada y salida de las escuelas.

Castigos para quienes no van a clases

En las últimas horas, trascendió que el Gobierno de la Ciudad podría quitarles la vacante a los alumnos y alumnas que no asistan a clases, a modo de presión para garantizar una afluencia importante de alumnos. Esta mañana, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, dijo que le parecía “una aberración” y que judicializaría una determinación de esa índole. Sin embargo, Acuña lo desmintió.

“No vamos a castigarlos. Las faltas se toman por un tema de control y seguimiento”, explicó la funcionaria, quien aprovechó para pedirle a las familias “que sienten temor” que se acerquen a las escuelas y vean los protocolos implementados.