El Gobierno ultima los detalles de un nuevo DNU para poder comprar vacunas de Pfizer

La llegada de las más de 12 millones de vacunas para julio podría estar acompañada de una nueva buena noticia. El Gobierno modificaría la ley vigente a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para amoldar la legislación y así poder, finalmente, concretar las negociaciones con Pfizer.

Para lograr la llegada de dosis del laboratorio estadounidense, el presidente argentino, Alberto Fernández, encomendó la tarea a la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra. Además, cuenta con el apoyo y asesoramiento de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Asimismo, la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, fundamental en todas las negociaciones para adquirir vacunas, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, también forman parte de la mesa chica del DNU.

“Negligencia”, la palabra del conflicto

La Ley de Vacunas votada por unanimidad en el Congreso, es decir, acompañada por Juntos por el Cambio y el resto de los bloques que no son oficialistas, estableció, en su artículo 4, el legítimo poder del Ejecutivo para celebrar contratos con las farmacéuticas.

No obstante, existe una cláusula que fue pensada para no alterar la soberanía nacional: “Con excepción de aquellas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia por parte de los sujetos aludidos”.

A partir de ahí, comenzó la discusión. Pfizer, que ya firmó contratos con 116 países en el mundo, pedía cambiar esa palabra de la legislación. Mientras tanto, el Gobierno argentino tenía el argumento de que el resto de los laboratorios de Rusia, China o Reino Unido no solicitaron modificar la ley.

De todas formas, la intención de Fernández siempre fue concretar la llegada de más vacunas y, aún más, tras las acusaciones de los líderes opositores como la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que aseguró que el Ejecutivo pidió un “retorno”. Luego, tras la desmentida del laboratorio estadounidense, tuvo que desdecirse.

En este contexto, Ibarra habría logrado que Pfizer, Moderna y Janssen acepten el último borrador presentado. Es decir, la palabra “negligencia” no se sacaría de la ley aprobada por el Congreso pero el DNU condicionaría la normativa para que los laboratorios estén de acuerdo.

De esta manera, quedaría abierta la puerta a la compra de vacunas o, lo que sería lo más probable, a la llegada de dosis a través del mecanismo COVAX de la Organización de las Naciones Unidas.