CANCILLERÍA ARGENTINA

Cancillería aseguró que no hay argentinos en Kabul

La ciudad afgana fue tomada por los talibanes en las últimas horas y diferentes países alertan a sus ciudadanos.
domingo, 15 de agosto de 2021 · 21:21

La Cancillería argentina confirmó que en Kabul, la capital de Afganistán, no hay argentinos que hayan quedado atrapados por la ofensiva talibán que tomó el poder en las últimas horas.

Aunque Argentina no tiene representación consular en la ciudad afgana, el Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que ningún argentino reside, realiza actividades turísticas ni trabaja en la localidad.

La Cancillería explicó que la representación argentina en Afganistán no está en Kabul, sino que en el país vecino, Pakistán, donde vive el embajador Leopoldo Francisco Sahores, que toma la representación diplomática de los Estados de la región asiática con el consentimiento de todas las partes.

 

Qué ocurre en Kabul

Este domingo, ingresaron los talibanes y clamaron victoria desde las instalaciones del palacio de Gobierno, horas después de que el presidente de Afganistán Ashraf Ghani huyó al extranjero.

Los enfrentamientos en el país ocurren luego de 20 años de intervención militar extranjera y una ofensiva relámpago insurgente de tres meses. El mandatario reconoció que los rebeldes ganaron parte del territorio y decidió abandonar la sede para evitar una guerra.

El presidente afgano huyó del país tras el avance de los talibanes.

Las unidades militares del Emirato Islámico de Afganistán entraron en la ciudad de Kabul para garantizar la seguridad, según el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid.

El avance talibán continúa con normalidad.

La televisión afgana difundió imágenes de combatientes afganos al interior del palacio y los militantes talibanes ya hablan de un triunfo que demuestra su poderío en la nación del Medio Oriente.

Las últimas 24 horas fueron de pánico para Kabul: las tiendas cerraron y se formaron enormes atascos, además de que miles de miembros de seguridad huyeron luego de abandonar sus puestos y sus uniformes. En la mayoría de los bancos se pudo ver aglomeraciones, con gente que intentaba retirar su dinero para irse del país.

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