San Martin 2.0: el retrato realista del prócer que se basó en una foto real

No es extraño que los grandes hombres y mujeres de la historia independentista hayan sido retratados por pintores a través de técnicas realistas; sin embargo, el General José de San Martín fue uno de los pocos que alcanzó a ser fotografiado durante su estancia en París.

Retirado de la vida militar, a la edad de 70 años, el Libertador residió en la capital francesa. Allí, en medio de una revolución luminosa, fue retratado a través de un novedoso aparato llamado daguerrotipo, el primer instrumento fotográfico registrado en la historia.

San Martín vivía con su familia en la Rue St. George, de París. Entonces la ciudad era prolífica en inventos y artes. Se estima que cerca de cien mil retratos eran tomados al año a un precio promedio de cinco francos, una cifra considerable en aquella época.

Horas podía tomar al aparato capturar la imagen sobre una placa de cobre cubierta de plata, por lo que se recomendaba a las personas sentarse en pose “napoleónica”. Finalmente, el daguerrotipo revelaba la imagen, que iba a parar en vapores de yodo antes de poder ser expuesta a la luz.

El retrato realista del joven San Martín

Al cumplirse un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad, aquel 17 de agosto de 1850, recordamos al Libertador con la única imagen fotográfica que existe de él, que fue “editada” por el artista digital Gastón Gordon.

Basado en ese único daguerrotipo de San Martín, que se encuentra en el Museo Histórico Nacional de Parque Lezama, el artista “rejuveneció y coloreó” el rostro del General Latinoamericano.

Gordon dijo que lo hizo “por diversión” y que no esperaba resultados tan positivos, sobre todo al rejuvenecer una foto del prócer cuando este tenía 70 años. A través de técnicas 3D y algunas herramientas de edición gratuita, el creativo argentino reveló una imagen sorprendente del máximo prócer.

Pero no todo fueron elogios, ya que otros artistas consideraron “poco fiel” el trabajo del Gordon y aseguraron que “difiere mucho de los retratos pintados” que existen sobre San Marín.

“Se han hecho pruebas comparativas con personas reales y los resultados son muy diferentes, sobre todo al responder a un patrón de envejecimiento o rejuvenecimiento”, apuntó el retratista, Ramiro Ghigliazza. No obstante, reconoció el trabajo hecho por Gordon, y confió en que más jóvenes se animen a recrear el aspecto de los próceres.