La grieta por los carpinchos: una vecina adoptó un ejemplar bebé y defendió a los animales

Esta semana se viralizaron imágenes de carpinchos en patios y jardines de Nordelta. El avance de los animales causó revuelo entre los pobladores y se generó una nueva grieta: quienes están a favor de los roedores y quienes piden que sean trasladados a otra zona.

Los carpinchos son los roedores más grandes del mundo: pueden alcanzar 1.3 metros de largo y pesar hasta 65 kilogramos. Estos animales son autóctonos de Tigre, ya que es una zona de humedales. En ese sentido, varias personas defendieron que los ejemplares no están “invadiendo Nordelta” porque ellos estaban incluso antes de que se construyeran barrios cerrados o cualquier country.

En ese sentido, una vecina mandó un video a Crónica Tv en el que muestra su carpincho bebé: Barbie. “Los carpinchos no son malos, ella se llama Barbie y tiene tres meses”, contó la mujer mientras acariciaba al animal.

“Juega con los chicos, no muerde. Los carpinchos no son malos, cuando están solos sí se los puede criar”, aseguró la vecina, quien agregó: “Barbie es la tercera bebé de la familia”.

Del lado de los carpinchos también se sumaron Pablo Lescano y Anamá Ferreira. “Mi amigo el cumpinchi ya habitaba Nordelta cuando era un humedal”, escribió en su cuenta de Twitter el cantante de cumbia, junto con dos fotos en las que se lo ve al lado de un ejemplar. Por su parte, la exmodelo denunció a un vecino que le disparó a un carpincho y aseguró que estos animales conviven muy bien con la gente.

Del otro lado de la vereda están quienes rechazan el avance de los animales sobre el barrio y piden que sean movidos a otro lugar. Por ejemplo, una familia de Nordelta contó que un carpincho lastimó a su perra mini schnauzer llamada Oreo, lo cual le provocó lesiones en las patas traseras y en el estómago.

Comisión pro equilibrio carpinchos de Nordelta

Un grupo de vecinos formó la Comisión pro equilibrio carpinchos de Nordelta para pedir que se retrotraiga “la cantidad de carpinchos a los que había cuatro o cinco años atrás por traslado a otras reservas naturales de aquellos ejemplares a los que el ecosistema Nordelta ya no puede alimentar y sostener”.

Este grupo pide “controlar su reproducción por los métodos que los especialistas indiquen a los fines de mantener una cantidad acorde al ecosistema que los alberga con su bienestar y el de la comunidad que los rodea”.