BOLICHE

Escándalo en Costanera: un boliche organizaba fiestas clandestinas con 700 personas

No cumplían los protocolos contra el coronavirus, pero sí medidas como dejar el celular para que nadie revele el negocio.
martes, 3 de agosto de 2021 · 08:49

A solo 700 metros del vacunatorio de Costa Salguero parece que se vive en otra realidad. Mientras las personas aguardan para tener un turno y recibir la vacuna contra el coronavirus, otras hacen fila para entrar a un boliche clandestino.

El salón de fiesta anuncia en sus redes sociales que podés ir “de jueves a sábados de 19 a 0 horas para pasarla bien”, mientras comes algo de la amplia carta que ofrecen. Llamativamente, en el anuncio señalan: “Está prohibido el uso de celulares” para “cuidar la privacidad de nuestros clientes y disfrutar más la noche”. Algo que no se condice con un predio destinado a comer y pasar una noche tranquila.

La semana pasada, la AGC clausuró un bar de Palermo que realizaba una fiesta clandestina.

Según un informe periodístico de Todo Noticias, una mesa para 2 personas cuesta 4 mil pesos, sube a 8 mil si es para 4 personas y a 25 mil si se trata de un box exclusivo. Además, para poder acceder a una mesa en el boliche de Costanera Norte si o si hay que pagar por adelantado.

Para ingresar al lugar hay que pasar varios controles de seguridad. En el primero, solo piden el nombre y DNI de la persona que realizó la reserva, más adelante las recepcionistas piden a los asistentes que dejen el celular y el documento. Finalmente, los patovicas cachean a las mujeres y a los varones, y a estos últimos, además, les pasan un detector de metales.

Adentro, el predio se va llenando, lo que parece una cena tranquila, de golpe se convierte en el escenario de un boliche prepandemia: música fuerte, personas bailando en la pista, parejas besándose, gente tomando y dos mozas que pasean por la pista con bengalas.

El boliche sabe muy bien lo que tiene que hacer cuando llega la policía. De inmediato aparecen los patovicas pidiendo a todos que se sienten y se pongan los barbijos y, como si no hubiera pasado nada, el montaje de la cena vuelve a reinar. A los pocos minutos, cuando los efectivos desaparecen, la fiesta clandestina se reanuda.

 

Una situación que se repite

Desde que empezaron las restricciones contra el coronavirus, las fiestas clandestinas se han desarrollado a lo largo de todo el país en los lugares más irrisorios. Desde locales de partidos políticos hasta un consultorio médico, las celebraciones multitudinarias sin cuidados se repiten a pesar de que son desarticuladas cada vez.

Tan solo este fin de semana la Policía de Córdoba desmontó varias fiestas clandestinas en distintos barrios de la capital cordobesa. También en Junín y en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, se interrumpieron festejos ilegales.

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