En dos instituciones se mantiene la toma de escuelas con una olla popular

Pese a que los estudiantes del colegio Normal Superior en Lenguas Vivas; de artes, Manuel Belgrano, y del Rodolfo Walsh resolvieron levantar la toma de escuelas que se mantenía desde hace varios días, en otras instituciones persiste la protesta.

Se trata del Colegio Carlos Pellegrini y el Instituto Juan B. Justo, donde los estudiantes mantienen la medida de fuerza en reclamo más y mejores viandas, infraestructura; además, la toma de escuelas se da en contra de las prácticas laborales obligatorias y no rentadas.

Aunque algunos estudiantes decidieron levantar la toma de escuelas, pese a que el Ministerio de Educación porteño no los recibió para establecer un diálogo y solución a sus demandas, otros mantendrán la protesta mediante una olla popular en la puerta del colegio Juan B Justo.

Además, los estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini realizarán un "semaforazo" desde las 16:00 en la intersección entre la avenida Córdoba y Callao, en el barrio porteño de Recoleta.

En tanto, Juan Rub, presidente del centro de estudiantes de la escuela, sostuvo:"Exigimos la reparación inmediata del ascensor de nuestra institución y viandas de calidad en cantidad. Además, rechazamos la implementación de las ACAP (Actividades de Aproximación al mundo del trabajo), ya que fueron perjudiciales para nuestro desarrollo pedagógico y han puesto en riesgo a un alumno menor de edad".

Aunque en otras escuelas la medida de fuerza se suspendió, los estudiantes expresaron: "Este resultado lejos está de determinar que la lucha finaliza; todo lo contrario, nuestra herramienta de movilización está más fuerte que nunca y nuestros reclamos deben ser escuchados".

Las tomas habían comenzado el pasado 26 de septiembre con los estudiantes del colegio Mariano Acosta; luego, a la protesta se unieron estudiantes de otras doce instituciones, las cuales, poco a poco, retomaron sus actividades.

Qué denuncian los estudiantes

Desde el Centro de Estudiantes expresaron: "En nuestras escuelas, las viandas que llegan son miserables y las condiciones edilicias no se quedan atrás" y agregaron: "No solo es que las viandas no alcanzan, sino que vienen en malas condiciones y ni siquiera son un alimento. En una jornada de casi once horas (algunas, de doce), sobrevivimos el día con una manzana y un sandwich medio pelo".

Al tiempo, denunciaron que los edificios están en muy malas condiciones: "hay agua que sale de las luces, techos que se caen, fugas de gas, inundaciones, cortes extensos de luz, ratas, cables pelados en el medio de las instalaciones educativas, etc. y esto, muchas veces, hace peligroso continuar la cursada".