Desde el Gobierno buscan un acuerdo de precios con las empresas de consumo masivo

El Ejecutivo reactivó en la última semana las negociaciones con empresas de consumo masivo, como lo son las de alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza para lograr un acuerdo de precios para todos los productos de hasta 4% de aumento mensual para los próximos meses.

Según fuentes de las negociaciones, el propuesto acuerdo de precios consta en fijar precios con subas por debajo del 4% mensual por cuatro meses. Desde las alimenticias advierten que no podrán cubrir esta necesidad del Gobierno por tanto tiempo como el pretendido.

“(En el acuerdo de precios) nos piden congelar, pero deberían pedirle lo mismo a nuestra cadena de valor, proveedores de insumos, precios de combustibles. No es solo el precio de venta, luego están también el margen que ponen los mayoristas y supermercados”, reclaman una fuente de la industria que, a su vez, asegura que aún está en diálogo la medida.

También señalaron que “la situación cambia totalmente. Podemos acompañar, pero el tema de los costos es muy importante y congelar todo por cuatro meses tiene un impacto negativo que no vamos a poder cubrir. Por ahora está todo muy confuso. No es lo mismo acordar una canasta con productos esenciales que incluir otros productos más premium o que son para otras ocasiones de consumo, más indulgentes que básicas”.

Por otra parte, durante la próxima semana continuarán las reuniones entre empresas y la Secretaría de Comercio, de donde se sabe que existe la posibilidad de flexibilizar el acceso a divisas para importar insumos productivos necesarios para el funcionamiento de las fábricas.

De esta manera, las compañías que requieran importar podrían obtener un adelanto de divisas para mejorar su planificación de disponibilidad de insumos y volumen para el año entrante.

Precios finales impresos en los envases

La medida de imprimir los precios al consumidor en los productos fabricados no fue bien recibida por las empresas que argumentan que su implementación es muy compleja y no podría resolverse a la brevedad.

La opción que sí están dispuestos a implementar es que una aplicación de teléfono móvil, que deberían descargar los consumidores, pueda mosrar el precio final que tendría que tener un producto mediante el escaneo del código de barras impreso en el artículo en cuestión.