Desde hoy sube el precio de la nafta y el gasoil en todo el país

En el marco del acuerdo que las petroleras firmaron con el Gobierno tras incorporarse al programa de precios justos, desde hoy, 1º de diciembre, subirá el precio de la nafta y el gasoil en todo el país.

El incremento en los combustibles será del 4%, el cual es el tope máximo que estableció el Gobierno dentro de la negociación. Este será el primero de cuatro aumentos que tendrán la nafta y el gasoil entre diciembre y marzo del próximo año.

Aunque YPF anunció que no aumentará sus precios, las empresas Shell y Axion sí fijaron nuevos precios para la nafta y el gasoil a partir de las 00:00 horas de hoy. Este es el sexto incremento que tienen los combustibles durante todo el 2022.

Con la suba del 4%, los precios en las estaciones de servicio de Shell en la Ciudad de Buenos Aires quedaron de la siguiente manera: 

• Nafta súper: pasará de $150,60 a $156,62.
• Nafta premium: aumentará de $182,9 a $190,21.
• Gasoil común: subirá de precio de $168,4 a $175,13
• Gasoil premium: pasará de costar $218,6 a $227,34.

En las estaciones de servicio de Axion, los precios quedaron en la Ciudad de la siguiente manera:

• Nafta súper: pasará de $149,5 a $155,48.
• Nafta premium: aumentará de $182,9 a $190,21.
• Gasoil común: subirá de precio de $169,9 a $176,69.
• Gasoil premium: pasará de costar $215,6 a $224,22.

En lo que va del año, la nafta común subió un 60%, la premium un 70% y, en el caso del gasoil, los aumentos superan el 100%, lo que impacta en la inflación y en los ingresos de los trabajadores.

El acuerdo fue firmado este lunes entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y referentes de las principales petroleras del país (YPF, Shell, Trafigura, Axion).

Qué se acordó con las petroleras

El Gobierno pactó con las petroleras topes en los aumentos de los combustibles por 120 días, es decir, entre diciembre y marzo. En este sentido, los aumentos podrán ser máximo del 4% en diciembre, enero y febrero, y del 3,5% en marzo.

A cambio, el Gobierno les garantizó a las empresas petroleras acceso a dólares para conseguir insumos, como lubricantes, y aplazar el impuesto a los combustibles.