ENTREVISTA MINUTO ARGENTINA

Florencia Guzzetta: la viajera que ha cambiado su vida al recorrer el país en bicicleta

En entrevista nos contó qué ha sido lo más desafiante de esta experiencia y cuál es su próximo destino.
martes, 27 de diciembre de 2022 · 13:45

Florencia Guzzetta es una joven viajera de 28 años, nacida en Córdoba, que se define a sí misma como “sureña”, aficionada a la geología, los viajes, a conocer lugares y gente continuamente, para aprender y conocer más del mundo y de lo que este tiene para ofrecerle.

Es técnica en Turismo y Hotelería y, como parte de su profesión, hace algunos años tomó la decisión de irse a vivir a Bariloche, donde trabajaba en el rubro de hotelería. Sin embargo, en el verano pasado, Florencia Guzzetta decidió replantearse su futuro y proyecto de vida y comenzar a viajar.

Florencia es una apasionada de los viajes. Foto: cortesía Florencia G.

Florencia Guzzetta cuenta en entrevista para Minuto Argentina que su pasión por viajar nació desde que era muy pequeña, ya que en ese entonces le tocaba trasladarse de un lugar a otro con frecuencia, lo que finalmente le desarrolló esta pasión por conocer el mundo.

Si bien siempre le gustó viajar, luego de descubrir que era celiaca, y por la misma recomendación de los médicos, decide empezar a llevar una vida menos estresante, incrementar su actividad física y mejorar su alimentación, lo que, sumado a la idea de pensar en su futuro, la llevó a tomar la bicicleta para empezar a recorrer el país.

Blanky es su compañera más fiel. Foto: cortesía Florencia G.

Una vez que toma la decisión, emprende su primer recorrido a San Rafael, Mendoza, donde atraída por las montañas y paisajes, llega inicialmente al Cañón del Atuel, acompañada de “Blanky”, su bicicleta, que, más allá de ser su medio de transporte, es su compañera de aventuras desde el año 2015.

Si bien la cordobesa pudo haber optado por viajar de mochilera, decidió recorrer el país en bicicleta porque andar en bici era un estilo de vida que había adoptado desde hace algunos años, pero, además, porque, como ella misma dice, Blanky es su "polo a tierra".

Aunque inicialmente su objetivo era solo llegar al Cañón del Atuel, donde recorrería unos 100 kilómetros, con el pasar de los días ganó confianza y su corazón e instinto la llevaron a pedalear más y más kilómetros y hacer más grande su proyecto de viajar en bici.

De esta manera, una vez que llega al Cañón del Atuel, decide viajar hasta los Reyunos. Y, en medio del trayecto, se encuentra con un puesto de Deolinda Correa, más conocida como la Difunta Correa, de quien era muy devoto su abuelo, el cual falleció hace un par de años. Esto no solo le trae recuerdos de él, su familia e infancia, sino que la lleva a tener un encuentro personal muy profundo.

Florencia asegura que su abuelo la ha acompañado durante el viaje. Foto: cortesía Florencia G.

Gracias a ese paso por el pequeño santuario, se da cuenta de que su viaje representa mucho más que simplemente recorrer kilómetros en bicicleta: es una búsqueda personal y de reconexión con su abuelo, por lo que entonces decide cambiar el rumbo y viajar hasta Vallecito, en la provincia de San Juan, donde se encuentra el oratorio de la Difunta Correa.

De esta manera, el viaje que comenzó el 30 de abril de este año se ha extendido principalmente por Mendoza, donde estuvo en San Rafael, los Reyunos, Pareditas, Tunuyán, Tupungato, Las Vegas, Potrerillos y la ciudad de Mendoza.

Viajar en bicicleta ha sido su mayor desafío. Foto: cortesía Florencia G.

Después, el 20 de julio llega a la provincia de San Juan, donde ingresa por Media Agua, y después llega a Vallecito, donde cumplió su promesa de visitar a la Difunta Correa. Luego viajó a Bermejo, Caucete, ciudad capital de San Juan, Jáchal y Rodeo, donde actualmente se encuentra. 

Si bien ha sido un largo trayecto y ha recorrido unos 5000 kilómetros en bicicleta aproximadamente, la viajera cuenta, en diálogo para este diario, que, más allá de los hermosos lugares y personas que ha conocido, este viaje ha representado un antes y un después en su vida, tanto a nivel físico y mental, pero, sobre todo, espiritual.

Asimismo, su decisión de viajar en bicicleta ha inspirado y motivado a otras mujeres a hacerlo, pues, a diferencia de lo que se piensa, ha tenido una experiencia grata y segura, sobre lo que destaca que en el camino ha aprendido a soltar sus miedos, a entregarse al viaje mismo y a creer en ella misma. Esto a su vez le ha permitido encontrarse en medio del recorrido con personas grandiosas, que le han dado una mano o la han ayudado en algún momento difícil.

Por eso mismo también busca dar a conocer más de esta aventura, pues, además de que otros pueden motivarse a hacer lo mismo, más gente puede conocer sobre ella y, luego, ¿por qué no?, darle ayuda en medio del camino.

El viaje la ha transformado a nivel personal. Foto: cortesía Florencia G.

“El camino te va enseñando y vas aprendiendo mucho. Es como super amplio todo lo que te sucede, pero es darse una oportunidad y empezar”: por eso destaca que lo más satisfactorio de toda esta travesía, incluso después de tener que superar un problema de salud que casi interrumpe por completo su aventura, es poder llegar a cada nuevo lugar.

Ha encontrado hermosas personas a lo largo del viaje. Foto: cortesía Florencia G.

 

Hasta dónde llegará

Si bien cuando esta travesía comenzó solo era con el propósito de llegar al Cañón del Atuel, hoy, la cordobesa está convencida de que la aventura apenas empieza y, para poder mantenerla, ha tenido que sostenerse con ahorros, con la venta de stickers y  también con el apoyo y ayuda de muchas personas que ha encontrado en medio del viaje.

Con la venta de stickers (lo que a su vez ha sido una nueva y desafiante experiencia), no solo ha logrado financiar el viaje, sino invertir en mejoras para Blanky, pues sabe que es indispensable mantener en forma y óptimas condiciones a su compañera fiel.

Entre risas, Florencia cuenta, en entrevista para Minuto Argentina, que si bien al comienzo planeaba cada parte de su travesía, el viaje mismo le ha enseñado a soltar, fluir con lo que le ocurre; a disfrutar, aprender y conocer más.

La venta de stickers le ha ayudado a prolongar el viaje. Foto: cortesía Florencia G.

Por eso, luego de cumplir con su primera promesa a la Difunta Correa, ahora tiene otra: darle la vuelta a la provincia de San Juan, lo que la llevará a estar los próximos meses en esta zona del país. No obstante, por ahora realizará un intercambio en Rodeo y retomará el recorrido aproximadamente en marzo.

En este sentido, aunque tiene claro, por ahora, que su meta es viajar y conocer más del país, de momento no tiene previsto a dónde irá cuando concluya su recorrido por San Juan, pues también ha aprendido que esta aventura está cargada de sorpresas, pues cada lugar que conoce la lleva a otro, sin antes haberlo pensado.

Cada destino es una nueva aventura para ella. Foto: cortesía Florencia G.

A pesar de que cada sitio al que llega le ha dejado experiencias inolvidables y la ha conectado con una parte de su ser, destaca que uno de los momentos que permanece grabado en su memoria fue cuando tuvo la oportunidad de hacer vivac (dormir a la intemperie sin ningún tipo de refugio), en unos cerros de San Juan, en plena luna llena.

“Creo que eso fue lo más increíble, porque sentir la fuerza de la luna y estar durmiendo, literal, solo con una bolsa de dormir, y ver las estrellas, el amanecer, creo que no lo puedo explicar”.

Asimismo, destaca todas las experiencias que ha compartido y vivido con cada una de las personas y familias que ha encontrado a lo largo del viaje, lo que le ha enseñado a ser más libre, espontánea y feliz: “De eso se trata el viaje, de hacer cosas nuevas para mí, de desafiarme”.

Esto, sumado a los increíbles lugares que ha conocido en Mendoza y San Juan, la han llevado a aprender y conocer más sobre cada cultura y sobre el país, lo que también busca contarles a otros.

Esta experiencia le ha enseñado a vivir en libertad. Foto: cortesía Florencia G.

Por eso le emociona devolverse en el tiempo, mirar atrás y ver todo lo que ha crecido como persona, como mujer y como viajera, pues subraya que, sin duda alguna, ha sido un antes y un después luego de que tomara a Blanky y pedaleara para recorrer una zona del país por primera vez.

Asimismo, la llena de expectativa pensar hasta dónde podrá llegar, pues, aunque no tiene un rumbo certero, sueña con poder terminar de recorrer el país en bicicleta. Y, sobre todo, con ser una persona cargada de historias y experiencias para contarles a otros y, quizás en un futuro no muy lejano, ofrecer una alternativa de turismo diferente, pues sabe con plena certeza que lo que busca es poder tener la vida que siempre quiso y soñó: viajar y vivir plenamente.

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