Bioferia: el evento de sustentabilidad que demuestra que el consumo responsable sí es posible

Bajo la consigna “viví consciente consumí responsable”, entre el 6 y el 8 de mayo, se llevó a cabo la tercera edición de Bioferia, el evento de sustentabilidad más grande de Latinoamérica.

Con más de 40 mil asistentes, 200 emprendimientos distribuidos en 14 áreas, todas dedicadas a la sustentabilidad, Bioferia logró, una vez más, ser todo un éxito; sin embargo 3 días quedan cortos para todo lo que ofrece este evento .

Desde que se llega a la Bioferia uno comprende la necesidad y urgencia de promover un cambio sostenible por el planeta, hecho que los organizadores del evento demuestran en cada minúscula parte del escenario que dispusieron.

Esto, ya que desde la puesta en escena se pueden encontrar un sin fin de posibilidades para promover el consumo responsable, lo que prueba que no hay excusas para hacerlo pues, como dice el viejo refrán, el que quiere hace.

Aunque todo el diseño era simple y sencillo, no dejaba de ser práctico y hermoso, pues por todos los rincones de los 14 mil metros cuadrados que dispusieron en el Hipódromo de Palermo se respiraba sustentabilidad.

Desde la bienvenida a la feria, los stands para los emprendimientos, las zonas para comer o descansar, los domos, los afiches, los mensajes, incluso el mismo personal, eran una invitación hacia ese cambio que el mundo tanto necesita.

Esto, ya que el evento no solo se encarga de enseñar o denunciar algunos de los problemas ambientales más graves que enfrenta el país y el mundo, sino también de educar y mostrar cómo se puede ser parte de esta transformación.

Es decir que Bioferia, más allá de denunciar lo que ya es evidente, la crisis climática, se encarga de brindar soluciones tanto para frenar estos efectos como para promover a futuro prácticas de consumo que sean más amigables con el medioambiente.

Los emprendimientos, el encanto de Bioferia

Quizás una de las cosas más bellas que uno puede encontrar en esta feria de la sustentabilidad, sin duda alguna, son los emprendimientos y sin importar qué tan grandes o pequeños fueran todos motivaban a ser parte del cambio.

Gente como el vecino, el amigo, el primo o cualquier otro ciudadano de a pie, que más allá de la preocupación por hacer este un mundo más sustentable, encontró un modo.

Por ello, uno podía ver tanto grandes compañías que van encaminadas a ofrecer dentro de sus productos o servicios una transformación hacia el consumo responsable, como pequeñas empresas que buscan crear un impacto social.

Visto de otro modo, la versatilidad de los proyectos que se exhiben en el evento es una muestra fehaciente de que todos podemos aportar, porque al final cada gesto cuenta y es lo que en el corto, mediano y largo plazo hará la diferencia.

En el recorrido por cada uno de los stands, se podía encontrar desde comida saludable y exquisita, hasta productos de belleza, vestuario, papelería, artesanías, joyería, huertas, compost y decoración.

También propuestas enfocadas a la movilidad, el bienestar, el diseño, la arquitectura, incluso productos para niños, lo que promueve un estilo de vida más sano y un cambio de hábitos desde la infancia.

Pero, a pesar de que había tanta oferta de productos y servicios, todos tenían algo especial, eran únicos y diferentes, y lo más importante, todos estaban enfocados en un mismo propósito: promover el consumo consciente.

El evento quizás puede llegar a ser como un baldado de agua fría, no solo por lo impactante, sino porque cada propuesta refresca y motiva, ya que uno encuentra un sin número de posibilidades para hacer un uso más responsable de los recursos.

Pero en el evento no solo había emprendimientos, todos destacables, sino también ONGS, charlas, talleres, y toda una programación educativa y cultural que hacían de esta una experiencia única.

Además, la feria no solo promueve la sustentabilidad, también la solidaridad, la economía circular y el activismo, lo que, una vez más, invita a cambiar el paradigma sobre la mirada que tenemos del mundo y cómo lo habitamos.

Sin duda es un evento al que no solo vale la pena asistir, sino formar parte activa, pues uno descubre y reafirma que cambiar hábitos es una responsabilidad de todos y que el momento de tomar acción es ahora; por eso, como dice el lema de Bioferia: “Viví consciente, consumí responsable”.