La Cámara de Diputados buscará convertir en ley este martes el proyecto de cuidados paliativos

Este martes, en una sesión maratónica que comenzará a las 13:00 horas, la Cámara de Diputados buscará convertir en ley el proyecto de cuidados paliativos, que obliga a las obras sociales y prepagas a garantizar la atención de los pacientes.

La iniciativa, que es impulsada por el senador radical Mario Fiad, fue aprobada en la Cámara Baja y, tras lograr un amplio consenso en las comisiones, se espera que el proyecto de cuidados paliativos cuente con el mismo respaldo en Diputados.

En esencia, la normativa busca “garantizar la atención de cuidados paliativos y resguardar la calidad de vida de pacientes y familias con enfermedades que amenazan o limitan la vida”.

Asimismo, busca brindar una atención que permita tratar el dolor y otros problemas físicos, psicológicos, sociales y espirituales, los cuales, pese a estar contemplados en el Programa Médico Obligatorio (PMO), no se cumplen a cabalidad.

Por ello, si el proyecto se convirtiera en ley, se garantizaría el derecho al acceso a cuidados paliativos “para prevenir y aliviar el sufrimiento de las personas y sus familias, asistidas en el sistema de salud argentino, mejorando la asistencia y favoreciendo la capacitación de los equipos profesionales que se encuentran a cargo de estos pacientes”.

La propuesta se discutirá en una sesión parlamentaria que se prevé que dure 20 horas, pues, además, se debatirán otros proyectos, como la ley del sector automotriz y la iniciativa de fomento de Biotecnología, entre otros temas.

La sesión convocada para hoy será la última antes del receso de la Cámara Baja en el marco de las vacaciones de invierno. La convocatoria fue realizada el pasado viernes por el bloque del Frente de Todos, que preside Germán Martínez.

Qué establece la ley de cuidados paliativos

Con el fin de garantizar la atención en salud de pacientes con enfermedades que amenazan la vida, la iniciativa establece que se ordenen y fortalezcan los equipos ya existentes; también, dar asistencia a los pacientes en sus lugares de residencia.

Además, facilitar la evaluación del dolor severo, mejorar la disponibilidad de medicamentos y “preservar la dignidad de la persona enferma y de su entorno afectivo durante todo el transcurso de la enfermedad y aún en la proximidad de la muerte”.