ENTREVISTA MINUTO ARGENTINA

Cuñá: una empresa con verdadero impacto social

Agustina Irueta, una de sus fundadoras, nos contó, en entrevista, cómo este proyecto logra promover el desarrollo personal y laboral entre las mujeres.
viernes, 19 de agosto de 2022 · 13:48

Cuñá es una red que capacita, acompaña y da trabajo a mujeres en contextos de vulnerabilidad en Barrio Nuevo, Merlo, provincia de Buenos Aires, y fue creada hace siete años por Victoria Alcantara (diseñadora de indumentaria) y Agustina Irueta (ingeniera industrial), quien, en entrevista exclusiva para este diario, nos habló del alcance que ha tenido su emprendimiento.

Si bien este proyecto nació con el propósito de generar trabajo para las mujeres en este barrio, poco a poco Cuñá creció y no solo ha logrado consolidarse, sino que se ha convertido en una comunidad, un espacio social creado por y para mujeres, donde estas encuentran apoyo y nuevas oportunidades de vida.

Por ello, durante estos siete años de labor, las fundadoras de Cuñá se han empeñado en generar no solo inclusión laboral sino también, en brindar un trabajo digno a cada una de las mujeres que se han vinculado a esta iniciativa.

Aunque en sus inicios arrancaron solo con el área de capacitación textil, actualmente, también tiene otra línea de servicios enfocada al diseño de regalos corporativos, por medio de la cual brindan a las empresas la oportunidad de darle a sus colaboradores productos únicos, hechos por artesanas, emprendedoras y mujeres de la red Cuñá, ya que parte de su misión es expandir su trabajo, pero, por sobre todo, darle trabajo a más mujeres.

Agustina ya no concibe trabajar sin generar impacto social.

Agustina cuenta que, cuando comenzaron a darle forma a este hermoso proyecto, querían, por un lado, ofrecer mejores condiciones laborales a través de la industria textil, ya que este era el foco de la empresa y, por el otro, darle la posibilidad a las mujeres de Barrio Nuevo de trabajar, lo que, además de ofrecerles una mayor calidad de vida y otra oportunidad, también les permite ser más independientes.

Esto, ya que, en muchos casos, las mujeres que hacen parte de la organización han sido o son víctimas de violencia, por lo que tener una independencia financiera les brinda la posibilidad de empoderarse a ellas mismas y de salir adelante.

Todos sus productos son artesanales.

Por ello y no en vano, la organización tiene su nombre, pues Cuñá viene de "Kuñá Mbareté", que significa "Mujer Fuerte" en Guaraní, lo que, además de ser su identidad, se ha convertido en la bandera de su lucha por darle a las mujeres un espacio donde se promueve el desarrollo personal y laboral.

A través de sus diferentes líneas de trabajo, logran conectar, como refiere Agustina en diálogo para este diario, “el saber de la artesanía, de lo manual”, con las nuevas tendencias del mercado (como lo son los regalos corporativos), con un toque de autenticidad: la sustentabilidad de sus productos.

Las mujeres con las que trabajan se capacitan permanentemente.

Esto, ya que cada día más empresas están preocupadas por ser más sustentables y generar un menor impacto ambiental, por lo que productos que sean amigables con el medioambiente, además de ser una tendencia, son una excelente opción para incentivar y promover este tipo de propuestas dentro de sus mismas organizaciones.

Por ello, Cuñá desarrolló una línea de regalos corporativos con productos que son elaborados por la red de mujeres con las que trabajan y otros emprendimientos que se han sumado a esta comunidad. A través de este trabajo, logran que las empresas que compran sus kits generen un verdadero impacto social y ambiental.

Victoria llevó su experiencia profesional a este proyecto.

Adicionalmente, realizan merchandising para diferentes emprendimientos o pequeñas empresas, donde personalizan con el logo o estampa de la organización bolsas de lienzo, mochilas y otros artículos que son fabricados con productos nacionales y sostenibles.

Aunque este servicio empezaron a prestarlo desde el año pasado, cada día son más las empresas que se suman, tanto a apoyar su labor, como al propósito de generar una mayor sustentabilidad en pro del planeta tierra y del trabajo digno, pues no en vano su lema es “Pongamos de moda el impacto social”.

A través de esta frase, que ha sido bandera para la organización, buscan que, así como ellas se preocuparon por generar un impacto social, otros también lo hagan, ya que, actualmente, la tendencia global va más encaminada a promover un impacto ambiental, cuando lo social, no solo va ligado a ello, sino que es igual de importante y urgente de abordar en la sociedad.

En este sentido, Agustina recalca que, por ejemplo, es importante que “nos preguntemos en qué circunstancias se produjo la ropa que tenemos puesta, cuáles fueron las condiciones de trabajo que tuvo esa persona” que la elaboró, entre muchos factores que inciden para que realmente haya una generación de trabajo digno, “pues hay que replantearse los estándares que tenemos” al respecto.

Cada día generan un mayor impacto social.

Pero Cuñá no solo habla de “poner de moda el impacto social”, sino que lo promueve y genera, pues, a lo largo de su labor han logrado capacitar a más de 80 mujeres en el oficio de confección textil; además, han generado empleos directos a varias mujeres dentro de la organización, todo con recursos autogestionados; esto, sumado a los puestos de trabajo indirecto que se generan con otros emprendimientos.

Pero, más allá de los números, para la organización, lo más importante es lograr una transformación en cada una de las mujeres y sus familias que, de manera indirecta o indirecta, se han vinculado con esta iniciativa.

Sus productos también son sustentables.

Creemos que el impacto que generamos en las personas que son parte de Cuñá es muy profundo. Si Cuñá dejara de existir, igual el cambio queda en las personas; tienen recursos para trabajar, aprendieron a trabajar, aprendieron el oficio y tienen la cultura del trabajo”.

Asimismo, a través de su red han logrado que las mujeres se empoderen a sí mismas “y que cada una se sienta valiosa, que se dé cuenta que puede y se anime a cosas nuevas; que pueda elegir qué hacer”, pues al tener un ingreso propio pueden tomar otras decisiones respecto su vida y la de sus familias.

Aunque reconocen que las mujeres no son la única población vulnerable que existe, consideran que estas tienen menos oportunidades, tanto educativas como laborales, pues, como asegura Agustina, “a las mujeres les pega mucho más la pobreza, porque las tareas de cuidado siempre recaen sobre ellas”, incluso, “resignando su vida personal, su posibilidad laboral”.

Esto, sumado a que, en esta población, hay altos niveles de violencia de género tanto física como psicológica, lo que va muy ligado a lo económico, pues, al no tener un ingreso propio, muchas veces, las mujeres están condicionadas a hacer lo que sus parejas u otras personas dispongan e impongan, por lo que, desde su organización, buscan contribuir en que se reduzca esta brecha de desigualdad.

Apoyan a las mujeres que han sido víctima de violencia de género.

Al respecto, la ingeniera destaca que una de las cosas más lindas de este emprendimiento es que ha sido un proyecto gestado desde el barrio, que a lo largo del tiempo se ha construido y consolidado con el apoyo de todos, lo que a su vez les ha permitido reconocer sus necesidades y realidades.

Como en todos los proyectos, han tenido muchas personas que, así con han ido y venido temporalmente, otras han permanecido. Esto también ha llevado a que abran otros espacios de apoyo y acompañamiento como los talleres formativos o de género, que son dirigidos a toda la comunidad. Además, tienen una red de apoyo con trabajadoras sociales y psicólogas para casos específicos que lo requieren.  

Con su labor transforman la vida de las mujeres.

Gracias al tejido social que han podido construir y consolidar a través de esta red, hoy, las mujeres que conocen Cuñá invitan a otras para que se formen, capaciten o, simplemente, conozcan de qué se trata el proyecto y así, como ellas, también encuentren un espacio de escucha, solidaridad, acompañamiento y empoderamiento.

Y es por esta razón, por la posibilidad de ayudar a más mujeres y de fortalecer aún más esta red, que trabajan cada día para crecer y llegar a más personas, pues todavía existen muchas brechas, entre ellas, tanto de género como de acceso a los recursos.

Por ello, como fundadoras, están convencidas de que hoy más que nunca quieren empeñar todo su esfuerzo y tiempo para generar un impacto social y promover otras oportunidades de vida para otras personas. Por eso, no han dejado de preguntarse qué pueden hacer para que otros tengan esas oportunidades. 

A su vez, buscan, por qué no, inspirar a otros para que también promuevan este tipo de proyectos que sean sustentables y sostenibles en el tiempo y, así como Cuñá, transformar más historias de vida y tocar a más personas para que, en Argentina y en el mundo, se ponga de moda el trabajo digno, la sustentabilida y el impacto social.

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