MAXIMILIANO PULLARO
Maximiliano Pullaro sacó a su familia de Rosario, pero volvió a recibir amenazas
El gobernador sostuvo que va a seguir “peleando contra la delincuencia”.El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, en los últimos días tuvo que sacar a su esposa y a sus hijos de la provincia ante las frecuentes amenazas de muerte contra él y su familia.
No obstante, el mandatario confirmó que este lunes volvió a ser amenazado de muerte mediante una nota que le dejaron en una dependencia pública del centro de la ciudad de Rosario. Pese a ello, Maximiliano Pullaro aseguró que no bajará la guardia contra la delincuencia.
En una rueda de prensa, Maximiliano Pullaro confirmó que había recibido nuevas intimidaciones, de lo cual se enteró cuando iniciaba una actividad oficial en el Registro Civil de la ciudad de Rosario.
"Cuando llegaba al Registro Civil, personal del Ministerio de Seguridad me informó sobre una nueva amenaza contra mi familia", indicó. Sin embargo, ratificó que su lucha con la delincuencia no ha terminado.
"Lamentablemente, ya estoy acostumbrado desde que comenzó mi gestión, pero quiero ratificar el rumbo de seguir peleando contra la delincuencia en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario", advirtió el mandatario.
"No nos van a amedrentar, seguiremos trabajando en ese sentido. El Ministerio de Seguridad está muy compacto, muy sólido en ese sentido", agregó el gobernador, quien dijo que está "bien cuidado" y que sus años de trabajo en el Ministerio de Seguridad le permitieron aprender cómo cuidarse "de estos delincuentes violentos".
Igualmente, remarcó que continuarán “manteniendo controlados a los detenidos que cometían delitos desde las cárceles, alojados en pabellones de alto perfil. Eso es lo que más molesta. Y se avanzará para bajar los niveles de violencia y aumentar la seguridad en la ciudad”.
Por qué se dieron las amenazas
El gobernador ha sido víctima de varias amenazas desde que decidió reforzar la seguridad en los centros penitenciarios y reubicar a sicarios y narcos en pabellones especiales, lo que ha generado gran molestia entre las bandas criminales.
Desde entonces, el mandatario ha recibido varias intimidaciones. La primera fue el 12 de diciembre mediante una nota que fue dejada tras una balacera ejecutada contra un cajero automático de una sucursal del banco Macro en Rosario.
Al otro día, el 13 de diciembre, en otro ataque a tiros contra la fachada del hospital público de Emergencias, presuntos sicarios dejaron otra nota que estaba dirigida al gobernador y firmada por internos del pabellón 9 de la cárcel de Piñero.