Cómo logró el Gobierno blindar el veto universitario en Diputados

El Gobierno movió bien sus piezas.
jueves, 10 de octubre de 2024 · 07:30

El reciente debate en la Cámara de Diputados sobre el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario ha sido un episodio clave en la política argentina. El Gobierno, liderado por el presidente Javier Milei, logró imponer el veto gracias a una combinación de alianzas estratégicas y ausencias clave que jugaron a su favor.

El veto del Gobierno, que buscaba bloquear la ley de financiamiento de las universidades nacionales, fue un tema de gran controversia. La ley, que había sido aprobada por el Congreso, proponía un aumento significativo en el presupuesto destinado a las universidades públicas.

Sin embargo, Milei argumentó que la medida era insostenible desde el punto de vista fiscal y que se necesitaba una reforma más profunda del sistema educativo. El oficialismo, consciente de la importancia de este debate, trabajó arduamente para asegurar los votos necesarios para sostener el veto.

En total, lograron obtener 84 votos, mientras que la insistencia de la ley alcanzó 160 votos, insuficientes para superar el veto presidencial. Uno de los factores clave en esta votación fue el apoyo del PRO y de los peronistas tucumanos.

El PRO, liderado por figuras como Mauricio Macri, jugó un papel crucial al aportar votos decisivos para el oficialismo. Además, los peronistas tucumanos, cuyo jefe político es el gobernador Osvaldo Jaldo, también brindaron su apoyo al veto, lo que fue fundamental para alcanzar el número necesario de votos.

Las ausencias también jugaron un papel importante en el resultado de la votación. Varios legisladores que podrían haber votado en contra del veto no estuvieron presentes en la sesión, lo que facilitó la tarea del oficialismo.

Ausencias claves

Estas ausencias fueron estratégicas y reflejan las complejidades y negociaciones detrás de escena en la política argentina.  El debate en la Cámara de Diputados fue intenso y estuvo marcado por discursos apasionados de ambos lados.

Los defensores del veto argumentaron que la medida era necesaria para mantener la estabilidad fiscal y que se debía buscar una solución más sostenible para el financiamiento de las universidades. Por otro lado, los opositores al veto destacaron la importancia de invertir en la educación pública y criticaron al Gobierno por priorizar el ajuste fiscal sobre el bienestar de los estudiantes y docentes.

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