Distancia y frialdad en el reecuentro de Javier Milei y Victoria Villaruel

El reencuentro público entre el presidente argentino Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel, después de 45 días sin aparecer juntos, estuvo marcado por una notable distancia y frialdad.

Este evento tuvo lugar durante la celebración del 203° aniversario de la Policía Federal Argentina, un acto solemne que incluyó la graduación de los cadetes de la Escuela Comisario General Juan Ángel Pirker. A pesar de la importancia del evento, la relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel evidenció tensiones que no pasaron desapercibidas.

Desde el inicio del acto, la falta de interacción entre el presidente y su vice fue evidente. Ambos llegaron por separado: Villarruel arribó unos minutos antes de las 10 de la mañana, acompañada por el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, mientras que Milei llegó justo a tiempo, escoltado por una fuerte custodia y con las sirenas de las camionetas policiales a tope.

Durante la ceremonia, se mantuvieron a una distancia prudente, sin cruzar miradas ni intercambiar palabras, a pesar de estar sentados uno al lado del otro. La frialdad entre Milei y Villarruel se hizo aún más palpable durante los discursos y el desfile final.

 Mientras el presidente pronunciaba su discurso, en el que destacó la importancia de respaldar a las fuerzas de seguridad y criticó el "garantismo barbárico" que, según él, solo trae miseria, Villarruel se mantuvo estoica, sin mostrar ninguna reacción visible.

 Las sonrisas, los abrazos y los comentarios fueron reservados para otros funcionarios presentes, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con quien Milei mostró una mayor cercanía. El distanciamiento entre Milei y Villarruel no es nuevo y ha sido objeto de especulación en los medios de comunicación.

Diferencias

Las diferencias ideológicas y políticas entre ambos se han hecho evidentes en varias ocasiones. Uno de los episodios más recientes que exacerbó estas tensiones fue la visita de Villarruel a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón en España, un gesto que Javier Milei desaprobó públicamente.

Esta visita, seguida por la colocación de un busto de la ex mandataria en el Senado, fue vista por muchos como un intento de Villarruel de reivindicar figuras históricas del peronismo, algo que contrasta con la postura más liberal y crítica de Milei hacia ese movimiento.

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