La cruda realidad que enfrentan las familias pobres en Argentina
Nuevos estudios del INDEC dejan al margen a los pobres.
Según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la cruda realidad que enfrentan las familias pobres en Argentina es desgarradora. El costo de criar un hijo supera el ingreso que tienen estas familias.
En hogares de bajos recursos, o pobres, donde viven cuatro personas, el ingreso promedio es de $211,184. Sin embargo, el índice de crianza detalla que se necesitan $216,620 para satisfacer las necesidades alimentarias básicas de un hijo.
Es decir, el costo de criar a un hijo para garantizarle oportunidades de desarrollo y progreso en el futuro está directamente por encima del ingreso promedio de una familia pobre. Un análisis de números como este no surgía desde la década del 90 y 2000.
La situación se agrava al analizar los hogares indigentes, donde los ingresos son un 32.8% menores que la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Mientras que la CBA requiere $175,150, se necesitan $117,739 destinados a la crianza.
La brecha entre costos e ingresos parece aumentar durante la actual crisis económica. El índice de crianza elaborado por el INDEC refleja el monto de dinero que las familias deben destinar para el cuidado y la alimentación de los hijos, desde la primera infancia hasta la adolescencia.
Algunos datos elaborados por Instituto Nacional de Estadísticas y Censos dicen que una familia con un niño menor de un año necesitó $247,322 al mes, compuesto por $78,257 en bienes y servicios, y $169,065 para gastos de cuidado.
Más cifras
Una familia con niños de 1 a 3 años, el costo ascendió $294,266 por mes, con un valor ponderado de bienes y servicios de $101,049 y $193,217 para el cuidado. En familias con niños de 4 a 5 años el costo fue de $249,458. Y niños de 6 a 12 años el monto se elevó a $313,672.
En pocas palabras, criar un hijo en Argentina, en estos últimos años, en base a los datos del INDEC, es una tarea costosa y desafiante para las familias pobres. La lucha por proporcionar una vida digna a los más jóvenes es una realidad que debe abordarse con urgencia.
