Incertidumbre tras la liberación del precio de la yerba
Cuánto podría valer un kilo de yerba.Desde este 1 de abril, la yerba mate en Argentina enfrenta un cambio significativo: la liberación de su precio. Tras 22 años, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ya no fijará los valores de la materia prima, que regulaba desde su creación en 2002.
Esta medida, impulsada por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70, ha generado incertidumbre en el mercado y preocupación entre los consumidores. Hasta ahora, el INYM tenía la potestad de establecer el precio de la yerba mate y ordenar la cadena de valor. Sin embargo, el DNU 70 cambió esta dinámica.
A partir de ahora, el instituto se convierte en un ente de promoción y fomento, dejando atrás su función reguladora. ¿Qué implica esto para los productores, las industrias y los consumidores? Los productores de yerba mate se enfrentan a una nueva realidad.
Si bien el INYM establece precios "de referencia" mensuales tanto para la hoja verde como para la canchada, estos valores no son obligatorios. Los productores no estarán forzados a cumplirlos, como ocurría previamente. La desregulación despliega la puerta a la competencia y la variabilidad en los precios de la materia prima.
Las yerbateras, a su vez, competirán en las góndolas de almacenes y supermercados. La incertidumbre recae en cómo se refleja esta liberación de precios en el producto final que llega a los consumidores.
Durante los últimos años, el paquete de medio kilo de yerba ya había experimentado aumentos significativos. Entre 2019 y 2023, su precio se incrementó en un asombroso 1,400%, y en los últimos 12 meses, un 343%, superando ampliamente la inflación.
Incertidumbre
Para los consumidores, la pregunta es clara: ¿cómo afectará esta desregulación al precio final de la yerba mate? La respuesta no es sencilla. Sin una referencia oficial, los precios podrían fluctuar considerablemente. Algunas estimaciones sugieren que el kilo de hoja verde no debería ser inferior a los $1,500 a partir de abril.
Sin embargo, esto dependerá de múltiples factores, como los costos de producción, la oferta y la demanda, y las decisiones comerciales de las empresas. El DNU 70 busca modernizar el INYM y equipararse con el Instituto Nacional de la Vitivinicultura, centrándose en la verificación de calidad y evitando su intromisión en un mercado competitivo.