Por primera vez, en seis meses, la inflación solo fue de un dígito
Se dio a conocer la inflación de abril.
Argentina experimentó en el mes de abril una tasa de inflación del 8,8%, la más baja en seis meses. Esta cifra, aunque todavía alta, representa una desaceleración significativa en comparación con los meses anteriores y es un indicador de que las medidas económicas pueden estar comenzando a surtir efecto.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la variación de precios de una canasta básica de bienes y servicios, registró una caída de 2,2 puntos porcentuales respecto al mes de marzo, cuando la inflación alcanzó el 11%.
Este descenso es notable, especialmente considerando que, en enero, la inflación había llegado a un pico del 20,6%, impulsada en parte por la devaluación del peso argentino y la liberación de precios controlados por el gobierno anterior.
La inflación interanual, que compara los precios actuales con los de hace un año, alcanzó el 289,4%. Aunque esta cifra sigue siendo extremadamente alta, la tendencia a la baja en la inflación mensual es un signo positivo.
Los expertos sugieren que, si esta tendencia continúa, podría haber una estabilización gradual de la economía argentina. Los sectores que más contribuyeron a la inflación de abril fueron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un aumento del 35,6% debido a los incrementos en las tarifas de servicios públicos.
Otros sectores como Comunicación y Prendas de vestir y calzado también experimentaron aumentos, aunque en menor medida. El gobierno ha implementado varias estrategias para combatir la inflación, incluyendo políticas monetarias restrictivas y acuerdos de precios con sectores clave.
Desafíos
Además, se han realizado esfuerzos para fortalecer el peso argentino y mejorar la confianza de los inversores en la economía del país. Sin embargo, la inflación sigue siendo un desafío considerable. Los precios de los alimentos, que tienen un impacto directo en la calidad de vida de la población, aumentaron un 6% en abril.
Aunque este es un incremento menor en comparación con los meses anteriores, sigue siendo una carga para las familias argentinas, especialmente para aquellas con ingresos fijos o limitados. La inflación también afecta la inversión y el ahorro. Con tasas de interés que luchan por mantenerse por encima de la inflación, los argentinos se enfrentan a la erosión del valor de sus ahorros.
