Las internas de Máximo Kirchner y Axel Kicillof activan las alarmas del Peronismo
Máximo Kirchner y Axel Kicillof, cabeza a cabeza.
En medio de la reconstrucción del bloque, la interna entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof ha sido un tema recurrente en la política bonaerense, generando diversas opiniones y análisis sobre su impacto en la gestión del gobierno provincial.
Aunque esta disputa no ha afectado directamente la administración diaria, ha encendido alarmas en varios municipios del Partido Justicialista (PJ), especialmente aquellos que no se alinean completamente con La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
La relación entre el presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, ha estado marcada por tensiones y diferencias estratégicas. Mientras Kicillof se enfoca en su gestión y en consolidar su liderazgo de cara a futuras elecciones, Kirchner busca fortalecer su influencia dentro del PJ y asegurar el control de su agrupación en el territorio bonaerense.
A pesar de las diferencias, la gestión diaria del gobierno de Kicillof no se ha visto afectada significativamente. Los ministros y funcionarios de ambas facciones han logrado mantener una convivencia relativamente armoniosa, enfocándose en sus responsabilidades y en la implementación de políticas públicas.
Nicolás Kreplak, ministro de Salud y cercano a La Cámpora, ha afirmado que las discusiones internas no interfieren con la gestión y que todos los actores involucrados colaboran para el bienestar de la provincia. Esta capacidad de separar las disputas políticas de la gestión diaria ha sido clave para mantener la estabilidad en el gobierno provincial.
Sin embargo, la situación es diferente en algunos municipios del PJ, donde las tensiones internas han generado preocupaciones y dificultades. En varios municipios gobernados por intendentes que no se alinean completamente con La Cámpora, las tensiones internas han generado problemas en la obtención de recursos y en la coordinación con las carteras provinciales controladas por camporistas.
Estrategia
Intendentes como Fernando Gray, de Esteban Echeverría, han expresado su descontento con la falta de apoyo y la dificultad para trabajar con ministros leales a Máximo Kirchner. Gray, uno de los críticos más vocales de Kirchner dentro del PJ bonaerense, ha señalado que la buena convivencia que se observa en el gabinete provincial no se traduce en una gestión efectiva a nivel municipal.
Para manejar estas tensiones, algunos intendentes han optado por buscar alianzas alternativas dentro del peronismo provincial, tratando de fortalecer su posición y obtener el apoyo necesario para sus municipios. Esta estrategia incluye la formación de bloques y la búsqueda de acuerdos con otros sectores del PJ que no están alineados con La Cámpora.
