El consumo de carne cae en picada y todavía se espera algo peor

Los alarmantes niveles de consumo de carne.
sábado, 6 de julio de 2024 · 08:30

En medio de la fuerte recesión económica que atraviesa Argentina, que se desató al menos hace diez años, el consumo de carne vacuna se ha desplomado y podría alcanzar su nivel más bajo en al menos 110 años.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se proyecta que el consumo de carne anual por habitante promedio en 2024 será de 44,8 kilos, muy por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos.

Esta cifra es incluso inferior al consumo registrado en 1920, cuando se habían consumido 46,9 kilos por habitante por año. La pérdida del poder adquisitivo ha llevado a que muchos argentinos busquen alternativas más económicas, como el pollo o el cerdo.

A pesar de este desplome, Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo per cápita en comparación con otras naciones. La ingesta de carne vacuna en el país es prácticamente igual a la de Uruguay y supera ampliamente a Estados Unidos, Australia y Chile.

Además, el informe de la BCR señala que el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en Argentina podría ubicarse en 2024 en torno a los 105,7 kilos por habitante. Esto representaría una caída del 9% respecto al año anterior y sería el consumo más bajo desde 2011.

 La composición de la dieta cárnica del habitante promedio sería la siguiente: 42% de carne bovina, 42% de carne aviar y 16% de carne porcina. A pesar de estos desafíos, la comparativa internacional muestra que Argentina sigue siendo un país con alto consumo de carne per cápita.

Panorama

Si el consumo de carne interno sigue cayendo, los productores ganaderos podrían enfrentar dificultades para vender su producción. Esto podría afectar la rentabilidad y la inversión en el sector. Además, las exportaciones de carne vacuna también podrían verse afectadas si la demanda interna no se recupera.

La industria ganadera emplea a una gran cantidad de personas en diferentes etapas de la cadena productiva: desde la cría y engorde hasta la faena y el procesamiento. Una menor demanda de carne podría impactar negativamente en el empleo en estas áreas.

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