Dólar: a cuanto cerró el dólar la primera semana de agosto

La cotización del dólar en Argentina es un tema de gran relevancia y seguimiento diario, especialmente en un contexto económico tan volátil como el actual. El viernes 9 de agosto, la cotización del dólar blue y del dólar oficial ha sido objeto de atención tanto por parte de los mercados como de los ciudadanos.

El dólar blue, que es el tipo de cambio paralelo y no oficial, cerró la jornada del viernes 9 de agosto de 2024 con una cotización de $1.375 para la venta. Este valor representa una baja de $10 respecto al día anterior, cuando se encontraba en $1.385.

 La cotización del dólar blue es un indicador importante para muchos argentinos, ya que refleja la percepción del mercado sobre la economía y la confianza en la moneda local. La baja en la cotización del dólar blue puede atribuirse a varios factores.

En primer lugar, la intervención del gobierno en el mercado cambiario ha sido constante, con medidas destinadas a controlar la inflación y estabilizar la economía.  Además, la oferta y demanda de dólares en el mercado paralelo puede variar significativamente en función de eventos políticos y económicos tanto a nivel nacional como internacional.

Por otro lado, el dólar oficial, que es el tipo de cambio controlado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se mantuvo estable en $955,50 para la venta en el Banco Nación. Este tipo de cambio es utilizado para transacciones oficiales y comerciales, y su estabilidad es crucial para la planificación económica y financiera del país.

La diferencia entre el dólar blue y el dólar oficial, conocida como la brecha cambiaria, es un indicador de las distorsiones en el mercado cambiario. Una brecha amplia puede generar incertidumbre y expectativas de devaluación, lo que a su vez puede afectar la inflación y la estabilidad económica.

Impacto

 La cotización del dólar tiene un impacto significativo en la economía argentina. Un dólar alto puede encarecer las importaciones, lo que a su vez puede aumentar los costos de producción y los precios al consumidor.

Esto puede generar un ciclo inflacionario difícil de controlar. Por otro lado, un dólar bajo puede beneficiar a los exportadores, ya que sus productos se vuelven más competitivos en el mercado internacional. Además, la cotización del dólar afecta la deuda externa del país.