Karina Milei gana un lugar clave en la política nacional

Karina Milei es uno de esos personajes de la política nacional que ha generado toda clase de controversias, ya que fue el mismísimo Javier Milei quien derogó la ley sancionada por Mauricio Macri para evitar que familiares puedan ser contratados en el gobierno, especialmente en los más altos escaños.

Karina Milei fue rumorada de mantener un vínculo bastante conflictivo con Victoria Villarruel, vicepresidenta de país, debido a que siempre intentó llevar las cosas por el carril de sus propias convicciones y no por el del beneficio partidario o del país.

Conforme pasa el tiempo, parece ser que la hermana del presidente gana cada vez más importancia y peso dentro de lugares clave. Se supo recientemente que será la presidenta de La Libertad Avanza y ya planea un recorrido por todas las provincias del país.

La secretaria general de la presidencia asumirá su lugar como la máxima líder partidaria en un acto previsto para el próximo 28 de septiembre en el Parque Lezama en el que también dirigirá un discurso el presidente de la nación. No se espera que halla otros oradores en la jornada de investidura.

Se dice que la nueva dirigente nacional llevará adelante una elección en la que su compañero de fórmula será Martín Menem. Por otro lado, las críticas y adhesiones no se hicieron esperar, debido a que la mandataria ya estuvo involucrada en situaciones escandalosas.

El gobierno acelera su establecimiento como partido nacional, ya que, según las encuestas recientes, su imagen se desploma de manera inevitable. Esto tendría la finalidad de remontar la idea general de la población con respecto a la administración nacional.

El asado

Luego del escandaloso y obsceno despliegue en la celebración de Javier Milei y los diputados festejando por el veto al aumento a los jubilados, Karina Milei ordenó redoblar esfuerzos y gastó más de 100 millones en carne para asado, causándole una gran controversia.

Las redes sociales están marcando el terreno de la disconformidad nacional y cada vez más se comienza a dar la espalda a la nueva administración. Muchos consideran que la población está llegando a un punto de no retorno, lo que le costará más de un dolor de cabeza.