Contundente victoria de Barcelona, con gol y sentido homenaje de Messi a Maradona

A lo largo y ancho de todo el mundo se pudo apreciar un sinfín de diversos homenajes y muestras de cariño para con Diego Maradona, quien falleció el pasado miércoles y continúa generando mucha conmoción a nivel global. Dentro de los encuentros más esperados se ubicaba a Lionel Messi.

Es que por cuestiones afectivas vinculadas a Pelusa; el partido de Gimnasia (triunfo 1-0 contra Vélez), la primera vez del San Paolo con nuevo nombre (Napoli-Roma desde las 16:45) y el cruce Boca-Newell's de esta noche generaban una mayor expectativa. Claro, también hay que agregar al astro argentino en esa lista.

La Pulga siempre fue catalogado como el heredero al trono que dejó el Pibe de Oro como el mejor futbolista de todos los tiempos y tras varios momentos compartidos, se unieron profesionalmente en la etapa en la que Maradona dirigió a la Selección (2008-10).

Desde allí la relación se fortaleció más y por eso había mucha expectativa respecto a cómo sería el primer juego del delantero de 33 años posterior al deceso del Diez. Y cumplió con creces. 

En cuanto a lo deportivo, el Barcelona aplastó en el Camp Nou 4 a 0 al Osasuna por la undécima fecha de La Liga y Leo marcó el cuarto tanto en un escenario que estuvo plagado de recuerdos a Diego, que jugó en el Culé entre 1982 y 1984.

Al comenzar el partido, el rosarino se había mostrado emocionado en el tradicional minuto de silencio e incluso en la primera conquista del Blaugrana; estiró el brazo con la pelota en el aire, realizando un gesto muy similar al recordado gol denominado La Mano de Dios. Finalmente no la tocó con el brazo y Martin Braithwaite adelantó a los catalanes.

Lo más contundente ocurrió faltando 17 minutos para el cierre. Messi tenía preparado su propio tributo y al convertir, se sacó la camiseta y mostró la 10 de la Lepra, con el modelo de 1993, la misma que usó Maradona en su paso por la institución.

Con poca empatía y basándose al filo del reglamento; Antonio Miguel Mateu Lahoz, el juez del encuentro, amonestó al capitán del Barsa por quitarse la casaca. Claro, poco le importó al resto del mundo, que aplaudió el gesto.