Increíble: el impensado complejo de Nicole Kidman que le ha impedido llevar una vida normal

Nicole Kidman es una de las actrices más talentosas de la escena artística. Además, es fanática del perfil bajo y eso la ha convertido en una de las favoritas de los admiradores del séptimo arte.

Más allá de su innegable talento, su belleza es otra de las cualidades indiscutidas. Aunque su carrera trascendió su belleza, lo cierto es que nadie puede decir que la artista no es una de las actrices con el rostro más deseado.

Sin embargo, la intérprete no siempre tuvo la seguridad que tiene ahora. Durante muchos años, estuvo dominada por un impensado complejo que le impidió hacer las mismas actividades que el resto de sus compañeros.

Cuando era chica, Kidman aborrecía el color de su piel, más pálida que la del resto. Si bien hoy tiene uno de los cutis más saludables, lo cierto es que no podía exponerse al sol porque podía tener graves lesiones como consecuencia.

En Australia, país en el que creció la celeb, la vida normal gira alrededor de las largas tardes de sol en la playa. Todo se hace al aire libre, aprovechando los paradisíacos paisajes y el clima templado que caracteriza al lugar.

Cuando sus amigos jugaban en el sol, a ella no le quedaba más opción que reclutarse en la sombra y usar siempre protección. Para la ganadora del Óscar era impensado exponerse a la luz sin llevar un bloqueador de protección 100.

No obstante, con el tiempo le ha encontrado la vuelta porque ahora la australiana sabe muy bien cómo cuidarse de los peligros que la exposición al sol puede traer en su cuerpo. Es fanática de los sombreros y no sale de su casa sin protector.

Después de todo, el complejo que durante tantos años le imposibilitó disfrutar de la compañía de los demás fue el mismo que hizo que la piel de la actriz se mantuviera joven y sin una sola de las tantas consecuencias que puede traer la exposición a los rayos solares.