Diego Maradona

Los datos que arroja la autopsia de Diego Maradona pone en jaque a estos profesionales

El astro no tenía ni lo esencial en su internación domiciliaria.
miércoles, 23 de diciembre de 2020 · 13:05

Se puede decir con total certeza que el 25 de noviembre de 2020 se convirtió en un hito en la historia del fútbol y en la de los orgullos argentinos, y es que la partida de Diego Maradona creó una conmoción única.

A este año ya lo padecíamos en todos los sentidos, sin embargo, en las vísperas de las fiestas siempre algo nos puede sorprender en gran magnitud, como fue el desenlace del Diez, algo que aún duele a sus allegados y fanáticos, más aún luego de las últimas novedades.

El astro entrenó a Gimnasia y Esgrima de La Plata.

En las últimas horas de ayer, se dieron a conocer datos relevantes del peritaje del cuerpo del astro del fútbol y las informaciones dejan de cabeza a su neurólogo Leopoldo Luque y a la psiquiatra Agustina Cosachov.

Resultó ser que para alivio de la familia, el goleador histórico no presentaba restos de sustancias tóxicas ilegales, pero sí, y en demasía, arrojó numerosas pruebas de lo hípermedicado que estaba.

Fuente: (América TV).

En el análisis de orina de Diego Armando, según Télam, se halló un antidepresivo, un antipsicótico para tratar algunos episodios como la bipolaridad y, además, medicaban a Maradona con naltrexona para sobrellevar la abstinencia de sustancias.

Como si fuera poco todo lo que ya debía recibir el exdeportista, le suministraban metoclopramida, recetado para aliviar nauseas y vómitos, como así también ranitidina. Todo esto da cuenta de un cóctel peligroso.

Desde su debut, el Diez fue aclamado por el mundo.

Algunos de esos remedios, en un corazón normal, provocan cierta arritmia, en la situación en la que estaba el legendario Diez no podía esperarse que el medicamento no reaccionara peor. En este caso, los médicos nombrados anteriormente estarían seriamente comprometidos.

Asimismo, se reclama desde la esfera privada del exentrenador que en la habitación donde cursaba su internación domiciliaria no había ni lo esencial para asistirlo en caso de una descompensación. Resulta irónico que teniendo tanto a su alcance, se lo haya tratado con total apatía.

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