Los estragos del Lupus: Selena Gómez enseñó por primera vez la cicatriz que la acomplejaba

Selena Gómez es una de las figuras más fuertes de la industria del espectáculo. Estos últimos años fueron muy difíciles para ella, quien compaginó la lucha contra la enfermedad que la aquejaba con proyectos profesionales.

En el 2017, la cantante debió someterse a un trasplante de riñón porque, según lo que declaró en entrevistas, sus órganos estaban agotados por los efectos del Lupus. Ya no podían seguir funcionando y necesitaba sí o sí un donante para seguir viviendo.

La lista de espera era larga: para un trasplante debía esperar de siete a diez años, pero lo suyo era urgente. Por suerte, apareció Francia Raísa, una de las mejores amigas de la celeb, quien resultó ser compatible y se convirtió en su donante.

Aunque el procedimiento salió bien y hoy Gómez goza de un mejor estado de salud, lo cierto es que hay ciertas cosas que no se pueden borrar, como lo son las cicatrices. Durante años, estuvo acomplejada y la ocultó de la mejor manera posible.

Sin embargo, en el día de ayer la artista decidió decirle adiós a su inseguridad a través de Instagram y demostró que la marca que ella lleva en la pierna no es más que un recordatorio de los tiempos difíciles por los que atravesó.

“Recuerdo que me costó mucho mostrar mi cicatriz apenas tuve el trasplante. No quería que saliera en fotos, así que me vestía con cosas que la taparan. Ahora, más que nunca, me siento segura de quién soy y de todo lo que pasé”, escribió la celeb bajo el posteo.

Además, la también actriz declaró que se siente orgullosa. ¡Y cómo para no estarlo! No debió haber sido nada fácil someterse a una intervención semejante, con el agregado de que su vida estuvo en riesgo luego de su primer trasplante.

Al parecer, el riñón que le donó Raísa fue rechazado por el organismo de la estadounidense, lo que daba como resultado que el órgano se le diera vuelta. Por eso, debieron intervenir una de sus arterias.