El drástico acontecimiento que apagó la brillante figura de Hernán Figueroa Reyes

El folclore argentino supo tener cantores que marcaron el rumbo de este noble estilo musical tan nuestro como característico. Entre tantas estrellas, Hernán Figueroa Reyes fue uno de los que aún hoy se recuerda y honra.

El cantante, al que con cariño bautizaron como "El Cantor Enamorado", pasó la mitad de su vida con la tarea de recorrer el país con sus canciones. "Zamba para decir adiós", "El Corralero", "Zamba de un Cantor Enamorado" y otras tantas obras llevaron a Hernán Figueroa Reyes a ser considerado como uno de los folcloristas más talentosos de la historia.

Fuente: (Hernán Figueroa Reyes oficial)

Los clásicos festivales de Cosquín, Baradero, Jesús María y demás puntos de la Argentina se engalanaban al tener sus actuaciones. Tanto con la banda que lo llevó a la cima, Los Huanca Hua, como en solitario con banda propia, Hernán Figueroa Reyes parecía estar tocado por la varita del éxito.

Un consagrado

El folclorista había logrado tocar el cielo con las manos. Su éxito y el cariño masivo de la gente que se agolpaba para verlo donde quiera que vaya corrieron cierto riesgo cuando aparecieron problemas en sus cuerdas vocales. A pesar de las dificultades, el salteño logró superar dicho obstáculo.

Todo parecía ser un camino de oro para el prestigioso músico pero lo inesperado sucedió. La tarde lluviosa del viernes 2 de febrero de 1973 fue protagonista de la tragedia. Hernán Figueroa Reyes manejaba por la Ruta 9 acompañado de un amigo cuando a la altura del kilómetro 109, la lluvia desencadenó el despiste de su Fiat 128 y lo llevó a impactar contra un vehículo que venía en sentido contrario.

Luego de pasar tres días internado en una clínica de Zárate, las graves heridas sufridas apagaron la vida de uno de los cantores históricos de nuestro país: falleció el 5 de febrero. Los restos del icónico artista yacen en el cementerio de Baradero.