Sin retorno: la conflictiva relación que tuvieron Diego Maradona y Guillermo Coppola

A la hora de pensar en el afamado y extenso entorno que supo rodear a Diego Maradona a lo largo de su vida, es inevitable no caer en el nombre de Guillermo Coppola. El mánager fue pilar fundamental de su carrera y con los años, se transformó en una celebridad.

El representante llegó a la vida de Diego Maradona en 1985, cuando el futbolista rompió su relación con Jorge Cyterszpiler, quien manejaba su carrera desde las inferiores en Argentinos Juniors. Coppola había abandonado su puesto de gerente bancario para representar futbolistas y al dar con el Diez, la conexión fue inmediata.

La única regla que existía entre Diego Maradona y Guillermo Coppola era que este no debía representar a nadie más. De ahí en más, la dupla se hizo inseparable. A la par del ascenso del crack, las malas conductas comenzaron a ser moneda corriente. Las adicciones afloraron y con ello, los hábitos cuestionables.

Camino sinuoso

En 1991, "Guillote" deja su puesto como representante de Maradona pero lo seguía en las buenas y en las malas. Ese año, el astro del fútbol recibe su primer doping positivo. Siempre como amigo, Coppola fue su compañero en el retorno al fútbol en 1993, cuando llegó a Newell's y en 1994, cuando otra vez el doping caló en su ser.

Un año después, en pos de recuperar su deteriorada imagen, el mánager vuelve a ocupar su puesto y Diego Maradona llega a Boca Juniors a la par de firmar un contrato con America TV para salvaguardar su figura. Todo marchaba bien hasta que otra vez, en medio de un ida y vuelta, la sociedad llega a su final y con ello, su amistad.

"De la noche a la mañana me quedé sin un peso, yo quiero recuperar el dinero de mis hijas. Lo que más me duele es la traición. Mi preocupación es grande porque a mi examigo le di todo lo que tenía. Yo ganaba cinco y le entregaba seis", expresó Maradona en una entrevista. Esta situación volvió a tomar consideración cuando la justicia italiana le exigía el pago de 30 millones de euros que teóricamente debía. A pesar de que tuvieron oportunidad de cruzarse en varios eventos, entre los dos ya no hubo nada.