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Reina el escepticismo: cuáles son los signos a los que les cuesta creer en los otros

Estos signos descreen hasta de su propia sombra.
lunes, 22 de noviembre de 2021 · 08:30

En el mundo de la astrología, podemos encontrar diversos aspectos que pueden definirse en base a los signos. Actitudes y personalidades pueden entenderse a través del horóscopo y con ellas, comprender un poco más los rasgos propios y ajenos.

Desde Minuto Argentina explicaremos desde la astrología a tres signos zodiacales que a la hora de relacionarse, no logran hacerlo con plenitud, debido a que les gana la desconfianza y sienten con constancia la traición a su alrededor.

Taurinos, geminianos y cancerianos cargan con el dote de ser los más desconfiados de la astrología.

Si bien estos signos no lo hacen con malas intenciones, este don de anticiparse a las jugadas ajenas y querer resguardarse puede traerles más de un perjuicio. Este es el momento de la verdad según los astros para taurinos, geminianos y cancerianos.

Tauro

Los nacidos bajo este signo son, sin dudas, las personas que más se hacen valer, ya que detestan que alguien ose atreverse a ser más que ellos y bajo esa premisa, su voz siempre es la más alta de todas.

Pero así como tratan de pisar fuerte, lo cierto es que esto hace que teman que los quieran lastimar constantemente y temen que la traición aparezca en su vida dañando sus días. 

Discusiones, debates y peleas ponen en aprietos a los taurinos. 

Géminis

Las personas bajo el signo de Géminis llevan consigo la desgracia de hablar mucho de más y sobreexponer sobre los demás, pero cuando se trata de ellos, no se animan a hablar.

Estos rasgos algo polémicos hacen que sean quienes vivan con la defensiva superior al resto y no se animan a decirle a los demás qué es lo que sienten.

Así como brillan en el chimento, los geminianos se convierten en grises personas que hacen de su intimidad un muro.

Cáncer

Los de cáncer cargan consigo el peso de ser personas altamente sensibles y con más inseguridades que nadie, por lo que estar a la defensiva es su moneda corriente.

Frente al temor de que los lastimen, soportan la ansiedad diaria de sentir que todos los días alguien se encarga de hablar mal de ellos y por esta pésima paranoia llegan a cosas terribles.

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