"Debe estar contenta": fuerte confesión de Barby Silenzi en medio de su crisis amorosa

Luego de que se filtrara una foto de Barby Silenzi y el Polaco compartiendo un almuerzo, la bailarina decidió hablar para aclarar la situación. Silenzi aclaró que la separación es oficial, pero que ambos prefieren mantener una buena relación por el bien de su hija. "Ayer nos vimos porque nos quedaba pendiente hablar de ciertas cosas sobre Abril, hay que vacunarla y hacerle el documento", comentó.

Luego de asegurar que había terminado en muy buenos términos con el cantante, Barby no hizo más que hablar bien de su ex como papá. Fue entonces que surgió una polémica muy particular: Maite Peñoñori le preguntó a la artista cómo era su relación con las otras hijas de El Polaco, ya que Valeria Aquino la había acusado de tratar mal a su hija en cierta ocasión que la pequeña fue  visitar a su papá.

"Yo a Alma la adoro, me llevo muy bien", aseguró Silenzi sobre su vínculo con la hija que tiene el cantante con Aquino. La enemistad de las dos artistas viene desde hace algunos años, sin embargo, en esta oportunidad, aprovecharon el aire para lanzarse algunas indirectas. "Valeria debe estar contenta de que nos separamos", aseguró la exparticipante de "ShowMatch" y luego prosiguió a hacer una fuerte acusación.

Fuente: (El Trece)

"Ella intentó hacer algunas cosas para separarnos, pero bueno ya está, ya pasó", contó Barby Silenzi muy segura de lo que decía. Luego de esto, la entrevista continuó con otros temas, hasta que Valeria Aquino envió un contundente mensaje a una de las panelistas para que lo lea en vivo. En este mensaje, la ex del Polaco, hacía una fuerte declaración sobre Barby. "Es una ridícula esta mujer. Que empiece a trabajar que se terminó la vida prestada", leyeron en vivo.

Al parecer, la relación entre las dos ex de El Polaco no está para nada bien. Aunque si bien hubo un tiempo en que Silenzi y Aquino tuvieron muy buen vínculo, sucedió algo -que nunca se conoció públicamente- que hizo que las artistas se distanciaran. Hoy en día, prefieren no dirigirse la palabra y no hablarse para evitar disturbios entre las dos niñas que conviven a diario juntas.