El príncipe Carlos cortó de raíz una de las principales ayudas que daba a los duques de Sussex

La renuncia definitiva a la realeza de Meghan Markle y el príncipe Harry ha dado mucho de qué hablar y, por supuesto, ha tenido fuerte consecuencias para ellos. Si bien están felices viviendo en su mansión en Montecito, California, no pueden tapar el sol con un dedo, aún tiene muchas cosas que resolver en el Reino Unido, y el príncipe Carlos decidió añadir un problema más a su lista de pendientes.

El heredero al trono optó por quitar el apoyo financiero correspondiente al correo de los Sussex, luego de que se hiciera oficial el deseo de ambos de dejar de ser miembros activos de la realeza. Esto ha puesto en aprietos a Meghan y a Harry, ya que ahora deben resolver con rapidez adónde llegarán las miles de cartas que los simpatizantes les envían a diario, las cuales tradicionalmente son manejadas por la Sección de Correspondencia en Clarence House, la residencia oficial de Carlos.

Este departamento es el responsable de que las correspondencias del hijo de la reina Isabel II y Camila de Cornualles, junto a la de los ducados de Cambridge y Sussex, estén al día; pero una fuente cercana a Harry y Meghan ha develado a Telegraph que esta decisión de Carlos fue aplicada inmediatamente después de que se supiera sobre su salida, sin que estén demasiado claros cuáles son los nuevos arreglos que tendrán con la realeza.

Sin embargo, el informante también agregó que el hijo del próximo rey del Reino Unido y su esposa han suministrado una dirección en Los Ángeles, la cual corresponde a la Fundación Archewell, lo que hace probable que, en los próximos meses, las cartas de sus partidarios lleguen al nuevo país donde escogieron hacer una familia, y donde nacerá dentro de muy poco su segundo hijo.

El próximo domingo se transmitirá la entrevista que Markle y Harry han decidido concederle a Oprah Winfrey para la importante cadena de televisión CBS; de esta nueva aparición pública se tienen muchísimas expectativas, y se cree que en la monarquía hay mucha tensión sobre ella, pero la única realidad es que, tras la emisión de la misma, los duques de Sussex probablemente se llenen de cartas de sus adeptos.