Conocé por qué la menta es tan fácil de cultivar

Al igual que el cilantro y la albahaca, la menta es una de las hierbas aromáticas más fáciles de cultivar. Gracias a que pueden crecer tanto en el interior como exterior del hogar, muchas personas suelen elegir esta planta culinaria para decorar sus recetas favoritas o incluso intensificar los sabores de las comidas que se caracterizan por ser simples y aburridas. 

Los expertos en plantas aseguran que uno de los factores indispensables para que la menta se desarrolle con facilidad, es contar con una maceta que permita que la planta realice un drenaje adecuado. La tierra también es un elemento importante, lo mejor es utilizar una mezcla que contenga cantidades iguales de turba, perlita y arena.

Por otro lado, las raíces de esta hierba aromáticas se destacan del resto por ser invasivas. En poco tiempo logran crecer con facilidad y a medida que avanzan producen nuevas hojas. Aunque esto puede verse como una ventaja, es clave controlarla para evitar trasplantarla a un espacio más grande.

Fuente: (Ecología Verde) 

Luego de plantar la menta, es importante regarla y colocarla en una zona de la casa en la cual llegue la luz de forma indirecta. Durante la temporada de primavera y verano, se recomienda mantenerla cerca de una ventana que este hacia el este; en cambio en invierno u otoño lo mejor es cambiarla para que se oriente al oeste o sur.  

Respecto a la temperatura que necesita  esta hierba aromática cuando se saca del jardín y entra al interior del hogar, debe mantenerse entre los 18 y 21 grados durante el día pero a la  noche puede bajar un poco.

Esta especie prefiere que la maceta este húmeda, pero no tanto.  Solo necesita agua cuando la tierra al tacto se siente muy seca, de lo contrario los expertos no se aconsejan excederse con este cuidado.