5 consejos para cocinar sushi en casa

Aunque a prueba y error se aprende a preparar sushi en casa, siempre es bueno poner en práctica algunos trucos que ayudan a cometer menos errores y dominar más rápido esta preparación emblemática de la gastronomía japonesa. En general, el proceso puede ser difícil al principio, pero los frutos del esfuerzo valdrán la pena.

Lo primero que se debe tener en cuenta para evitar una intoxicación es comprar pescados, maricos o moluscos de calidad, ya que se comerán crudos. Los frutos del mar tienden a tener tanto parásitos como bacterias que pueden afectar el organismo y generar que la experiencia se convierta en una verdadera pesadilla.

Por otro lado, es importante que los alimentos no rompan la cadena de frio y que se conserven a una temperatura bastante baja antes de utilizarse en el roll. La contaminación cruzada es otro factor indispensable a la hora de poner manos a la obra, ya que puede suceder al manipular los utensilios y la comida.

Un error muy común que cometen las personas al preparar sushi en casa es cocinar de más el arroz o trabajarlo en exceso al condimentarlo, con el objetivo de crear la base perfecta para un nigiri o maki. Esta preparación japonesa necesita aire, algo que se pierde cuando lo manipulan mucho.

Un consejo que les resulta útil a los principiantes es mantener las algas del lado brillante, para no colocarlo del lado opuesto.   

La cantidad de arroz que se emplee en cada roll tiene que ser equivalente a la mano. Es importante chequear cuánto se puede agarrar e intentar hacer un pequeño bollo para medir si es suficiente. A pesar de que la consistencia final de los granos tiene que quedar bastante pegajosa, al manipularlas se vuelve un poco complicado; para evitar que esto suceda, es importante tener siempre cerca un recipiente con agua.

¿Por qué ocurre una intoxicación por mariscos?

Los pescados pueden contener toxinas, bacterias, virus, parásitos o hasta mercurio. Una vez que se consume una especie que tiene en su interior alguno de estos elementos, producen síntomas gastrointestinales que van desde las náuseas hasta el dolor en el abdomen.