Una caricia en plena crisis: el príncipe Felipe recibió el mejor de los homenajes

Falta cada vez menos para que el príncipe Felipe cumpla sus 100 años y, aunque podría ser una fecha de lo más emotiva y alegre, no será tal, dadas las circunstancias. Por un lado, está el coronavirus, que impide que se realice cualquier tipo de agasajo masivo, y mucho más si tenemos en cuenta que el duque integra el llamado grupo de riesgo. Por otro lado, el conflicto que hay en la familia real británica no da tregua.

Pese a esto, Felipe fue el destinatario de un gran homenaje por parte de su nieta, Zara Tindall, quien se convirtió en madre el pasado domingo. Para demostrar todo el amor que siente por él, la mujer y su esposo, el exjugador de rugby Mike Tindall, decidieron bautizar a su bebé como su abuelo: Lucas Felipe Tindall, que ha nacido con 3.7 kilogramos de peso, según revelaron fuentes cercanas a la realeza.

Como se sabe, se viven horas de mucha incertidumbre dentro del Palacio de Buckingham, y el duque de Edimburgo no es ajeno a todo esto. Sin embargo, con esta linda noticia, podría haber encontrado algo de calma ante toda la vorágine que se generó en estas últimas semanas, especialmente por lo que provocaron las declaraciones de los duques de Sussex en su charla con Oprah Winfrey.

El nacimiento de su bisnieto

Lo más llamativo del nacimiento del bisnieto de Felipe fue que Zara debió dar a luz en su hogar, y así lo relató Mike en su podcast llamado "The Good, The Bad and The Rugby": "Llegó muy rápido. No llegué al hospital. Así que sí, fue correr al gimnasio, conseguir una colchoneta, entrar al baño, poner la colchoneta en el suelo, bajar las toallas, pujar, pujar y pujar".