La valentía de la reina Isabel II en medio de la complicada internación de Felipe de Edimburgo

La reina Isabel II ha demostrado ser una mujer sumamente fuerte a lo largo de su vida, es prácticamente imposible e improbable alejarla de sus compromisos con la monarquía, aún cuando está pasando por un mal momento. Actualmente su esposo, Felipe de Edimburgo, está luchando contra una infección en un centro de salud, y tiene más de dos semanas sin poder verlo por todo lo relacionado a la pandemia del coronavirus, pero esto no ha impedido que cumpla con su deber.

Hace dos días, la reina participó en una videollamada con el primer ministro de Australia, Steven Marshall, y el gobernador de Australia del Sur, Hieu Van Le, en lo que fue el acto de develación de una estatua suya en ese país. En esta comunicación virtual, la soberana lucía emocionada por semejante homenaje, y a pesar de que su esposo no está bien de salud, logró estar de buen humor y hasta bromeó con los funcionarios sobre el aspecto de su estatua:

Creo que posiblemente podría ser bastante alarmante verla de repente por la ventana; uno pensaría, gracioso: '¿ha llegado inesperadamente?'.

En esta imagen, la monarca fue representada con su típico abrigo y un sombrero, además le fue añadida su infaltable cartera Launer. Robert Hannaford fue el escultor de la obra, y no dejó de enviarle a Isabel II una maqueta donde está su estatua a escala, para que pueda guardarla para el recuerdo. Ante esta atención dijo: "Eso es muy amable. Me alegro que no sea tan grande como la estatua original".

De igual manera, la soberana del Reino Unido no podía creer que Marshall y Van Le le aseguraran que muchos simpatizantes suyos han ido hasta el lugar donde fue puesta la estatua, con la intención de fotografiarse junto a ella, lo cual dejó a la reina impresionada y no pudo más que decir: "¿En serio?". Sobre la salud de Felipe se conoce muy poco, pero se espera que continúe internado un tiempo más.