Un miembro de la realeza británica develó el estado actual de la salud de Felipe de Edimburgo

Después de dos semanas, Felipe de Edimburgo continúa internado pero ahora en el Hospital San Bartolomé, donde fue trasladado para que los médicos pudieran seguir tratando su infección, pero a la vez pudieran realizarle diversos estudios que están relacionados con una afección cardíaca preexistente. El palacio de Buckingham se ha reservado muchos detalles sobre la salud del esposo de la reina Isabel II, pero algunos de sus hijos e incluso nueras han dado pistas de cómo está evolucionando.

Ayer, Camila de Cornualles estuvo visitando un Centro Comunitario de Vacunación en la Iglesia de San Pablo en Croydon y, entre las preguntas que le hicieron los periodistas, logró confesar cuál es la última actualización que tiene sobre la salud de Felipe: "Hoy escuchamos que está mejorando ligeramente. Así que son muy buenas noticias". De igual manera, dejó saber que la familia está más unida que nunca en este complicado momento:

Mantenemos los dedos cruzados.

Por otro lado, cuando el palacio comunicó el traslado del esposo de Isabel II, aseguraron que era muy probable que su hospitalización culminara esta misma semana, pero, por su parte, el cardiólogo Aseem Malhotra habló con Mirror de que es poco probable que esto suceda, ya que con este último movimiento podría indicar que la infección inicial podría haberle desarrollado una nueva: "Pudo haber sido en el tracto urinario o una infección en el pecho, y el estrés en su cuerpo ejerció presión sobre su corazón. Por lo tanto, tuvo que ser llevado a un centro cardíaco especializado para asegurarse que el corazón esté funcionando, mientras recibe tratamiento para la infección. Lo que lo hace más probable, por sus problemas cardíacos subyacentes". 

Mientras el duque se encuentra internado a sus 99 años, la reina Isabel II no ha detenido sus compromisos con la realeza. Hace dos días, la monarca participó en una videollamada con el gobernador de Australia del Sur, Hieu Van Le, y el primer ministro de Australia, Steven Marshall, para develar la primera estatua oficial que tendrá en este país. Durante la conexión se le vio alegre y de buen humor, incluso, no perdió la oportunidad de bromear sobre la obra que ahora estará en las calles australianas: "Creo que posiblemente podría ser bastante alarmante verla de repente por la ventana; uno pensaría, gracioso: '¿ha llegado inesperadamente?'".