"No llore, no era para tanto": Guillermo Andino quedó en shock con la reacción de este invitado

Guillermo Andino regresó a la pantalla de América TV de la mano de Soledad Fandiño. El programa reúne lo mejor de la actualidad y en el último bloque al aire realizan juegos con el público, de manera virtual. Sin embargo, en la emisión de este lunes los conductores no estuvieron solos sino que un colega de la casa los acompañó. 

Se trata del Chino Leunis, quien logró que las dos participantes se lleven un equipo completo de sartenes y ollas, a pesar de que la tecnología les jugó en contra. Ante su presencia en el estudio, el presentador de "Es por ahí" le preguntó al actor si extrañaba, una pregunta que desencadenó un momento emotivo acompañado de risas. 

"Ay, no Chino. No llore, no era para tanto", sumó Fandiño mientras que el invitado hacía muecas desgarradoras. Como si fuera poco, otra panelista del programa lanzó sin tapujos: "Me hace acordar a otro conductor que se emociona" y el reconocido periodista se hizo cargo del palito a pesar de que no dijeron su nombre. 

Si él llora, yo lloro atrás. ¿Querés jugar a la memoria emotiva para ver quién tira la primera lágrima?

Fuente: (América TV)

Lejos de aceptar la propuesta de Guillermo Andino, las risas se apoderaron del Chino Leunis y esto hizo que se trastabillara con sus palabras: "Pará, no me mires con esos ojos de mar que me hacés confundir". Frente a este piropo, el comunicador cambió de tema y pasó rápidamente a otra sección de su divertido programa. 

La increíble casa de Guillermo Andino dejó a todos anonadados

Lejos de las cámaras televisivas, Guillermo Andino tiene un hogar de cinco estrellas donde se relaja todas las tardes. Uno de los cuartos que más utiliza es el de juegos, llamada por él mismo Andinolandia: juegos de mesa, autopista de carreras, colecciones antiguas de muñecos y caricaturas son algunos de los chiches que la figura muestra con orgullo. 

Con respecto a los ambientes que comparte con su familia, los ventanales con vista a su piscina rodean el hogar de 900 metros cuadrados. Además, posee un comedor para diez invitados y la decoración quedó en manos de su esposa, Carolina Prat. Fiel a su filosofía de vida zen, los artículos bohemios y las velas aromáticas no pueden faltar en cada rincón.