CON ESTILO
El sueño de los veganos: cuáles son las suculentas comestibles
Algunas se pueden comer crudas y otras al vapor, en rellenos de tartas o pastas.No solo suman puntos por su belleza, por su fácil cuidado y por las flores, sino que algunas suculentas ofrecen algo que podría definirlas como el sueño de cualquier vegano: son comestibles.
Algunas de estas suculentas son fáciles de conseguir en muchos de los mercados de producción orgánica de cualquier parte del mundo, aunque otras se tornan más difíciles sobre todo porque provienen de países lejanos.
Lo cierto es que estas crasas ofrecen vitaminas y proteínas además de exquisitos sabores para incluir en postres, ensaladas o sumar a pastas rellenas.
Una de las más conocidas, sin dudas, es el nopal, una suculenta que ofrece unas hojas planas con las que los mexicanos suelen acompañar sus populares burritos o elaborar la conocida sopa de nopal. Pero además produce una fruta comestible llamada tuna.
Los nopales se pueden incluir crudos en ensaladas o salsas pero también cocidos en cazuelas o grillados a la plancha. Ofrecen un sabor similar a habas o los espárragos.
Otras de las más populares, sobre todo en Argentina, es la Portulaca oleracea, también conocida como verdolaga, que crece rápidamente y algunos la consideran un yuyo. Pero su abundancia ha hecho que, desde la Edad Media, se hayan incluido en la alimentación tanto sus hojas como sus tallos y flores.
Para diferenciarla de otros vegetales, es bueno saber que esta variedad tiene tallos rojos, hojas verdes pequeñas de forma ovalada y flores de color amarillo brillante. Las hojas suelen usarse para ensaladas por su sabor picante de limón y pimienta. Los tallos y hojas se pueden cocinar al vapor y son ideales para rellenar pastas como reemplazo de la espinaca.
De gran potencial nutricional, esta suculenta sirve para controlar el peso y estimular la salud general del sistema inmunológico, con un alto porcentaje de ácidos grasos y omega 3.
La más exótica
La fruta del dragón crece a partir de un cactus que abunda en regiones del Trópico, como así también en el sudeste asiático. Sus flores solo se dan de noche y son extremadamente perfumadas. Sus frutos son de un color rosa brillante, con escamas, y cuenta con una pulpa comestible blanca con pequeñas semillas negras. Su sabor es parecido al del kiwi. Es elegido por muchos chefs para incluir en platos gourmet.